Altos costos burocráticos

Altos costos burocráticos

La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) es la  cara oficial del sistema eléctrico nacional. Aunque es  una empresa comercial de servicio que debería acogerse a criterios gerenciales que le aseguren rentabilidad, parece manejada con los viejos criterios que siempre la mantuvieron rezagada. Parecería que su estructura burocrática sobrepasa los límites razonables para toda empresa comercial que aspira a generar ganancias. Por ejemplo, cómo explicar la existencia de cinco  consejos de administración y la alta remuneración que se paga a determinados cargos, a pesar de que se trata de una empresa en dificultades.

No puede ser que la CDEEE se maneje con los mismos criterios de antes, cuando solo se denominaba Corporación Dominicana de Electricidad y era usada como fuente para saldar los costos del clientelismo político. En el contexto del problema energético nacional, la situación de la CDEEE es un elemento de mucho peso. Se requiere una reorientación de los criterios gerenciales, un rediseño de la estrategia administrativa y procurar más eficiencia y costos más bajos. Los altos gastos ni la nómina numerosa pueden aportar para la solución de la parte estatal del problema energético. Es necesario que al analizar la situación del sector eléctrico se tenga en cuenta que la CDEEE es parte del problema, antes que de la solución.

Puntualidad con los becados

El atraso innecesario en el pago de obligaciones por concepto de colegiaturas de becarios dominicanos en academias extranjeras es una afrenta que debe cesar. No puede haber justificación para que estudiantes nuestros, becados por el Estado, tengan que pasar penurias en el exterior porque no sean cubiertas a tiempo las obligaciones correspondientes a sus planes de estudios.

Actualmente hay decenas de dominicanos que estudian becados en universidades de México, Estados Unidos, Chile, Argentina y Francia que han sido advertidos de que sus colegiaturas podrían ser suspendidas por falta de pago. Estos atrasos hablan muy mal del Estado dominicano y trastornan la formación de nuestros becarios. La Secretaría de la Juventud atribuye el atraso a “procedimientos burocráticos” y, por supuesto,  el argumento resulta ser  una salida risible. Quienes manejan estos asuntos deben procurar ser puntuales en estas cuestiones.

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