MANILA (AFP).- Los aludes que este fin de semana golpearon el sur de Filipinas, tras la caída de torrenciales lluvias, dejaron al menos 200 muertos o desaparecidos, según un nuevo balance dado a conocer este domingo por la defensa civil, mientras el ejército estadounidense ofreció su ayuda para el rescate.

Las fuentes precisaron que la muerte de 83 personas estaba confirmada y que había 120 desaparecidos en la isla de Leyte, en el centro del archipiélago, y en Mindanao, al sur.

Un balance anterior hablaba de unos 40 muertos y de 83 desaparecidos.

La mayoría de las víctimas estaban en las localidades de Liloan, San Francisco y Maasin, en la provincia de Leyte, devastada por torrentes de pantano y deslizamientos de tierra.

Los otros afectados fueron encontrados en las provincias de Agusan y Surigao, en el cercano Mindanao. Según la defensa civil, cerca de 8.000 personas fueron socorridas y albergadas en centros especiales y escuelas adaptadas.

La esperanaza de encontrar sobrevivientes entre los desaparecidos disminuían y se complicaron por las lluvias, el viento, el mar agitado, la destrucción de infraestructuras y el aislamiento de las regiones montañosas.

Los expertos explicaron que la situación creada por las lluvias se vio agravada por la deforestación, que redujo la capacidad de la tierra de absorber el agua.

La presidenta Gloria Arroyo había ordenado la víspera a los servicios oficiales que den toda la ayuda necesaria y autorizó a las autoridades a que declaren el estado de catástrofe natural para acceder lo más rápidamente a los fondos de ayuda para los damnificados.

Arroyo, que movilizó a todas las instituciones gubernamentales, anunció que Estados Unidos ofreció ayuda.

«Estados Unidos está listo a enviarnos helicópteros Chinook que vendrán de Okinawa», en Japón, dijo. Los Chinook son enormes aparatos de transporte capaces de volar en medio de cualquier condición meteorológica.

El secretario de defensa, Eduardo Ermita, precisó que 700 soldados fueron enviados a Leyte para tratar de acceder a las zonas devastadas.

«El número de víctimas aumentará seguramente, pues todavía no hemos encontrado a las personas dadas por desaparecidas», dijo un responsable a la AFP.

«Las localidades están aisladas y las carreteras cubiertas de pantano. Los soldados se ven obligados a llegar a las zonas afectadas a pie», agregó.