Álvarez Bogaert cuestiona Estado burocrático que no cesa de crecer

Álvarez Bogaert cuestiona Estado burocrático que no cesa de crecer

El economista Fernández Alvarez Bogaert se quejó ayer en el discurso con que puso en circulación un libro suyo, del  surgimiento en el país desde hace 20 años de un Estado burocratico que no cesa de crecer en todas las instancias  del aparato estatal.

No obstante le  reconoció a la  actual administración de gobierno  logros en materia de  eficiencia en el cobro de impuestos.

En su  discurso  con motivo de  su libro Anatomía de la República Dominicana 2008, Álvarez Bogaert  dijo que el crecimiento de ese Estado burocrático no sólo corresponde al gobierno central, “sino en todos los espacios de dirección de la cosa pública: desde los ayuntamientos hasta la Junta Central Electoral, etcétera”.

Advirtió que este Estado burócrático ha conducido a un desvío del ahorro, que constituye  una de las fuerzas más poderosas cuando se quiere crear un país próspero. Como segundo problema de importancia que debe enfrentar el país, Álvarez Bogaert se refirió al crecimiento de las importaciones que,  según su explicación, está afectando dramáticamente a la cuenta más importante en cualquier economía del mundo: la de saldos corrientes.

Dijo que las importaciones han pasado de 400 millones de dólares en 2005 a 10,000 millones en 2007, y que se espera que asciendan a más de 13 mil millones de dólares en 2008.

Agregó que la balanza de saldos corrientes ha aumentado de menos de 400 millones en el 2005 a menos de 2,200 millones en el 2007, y se estima que  el déficit pasará de los 4,000 millones de dólares en el 2008.

Alvarez Bogaert, economista y político con vasta experiencia de Estado, advirtió que el aumento de 4 puntos porcentuales dispuesto por el Banco Central en las tasas de interés de sus certificados, aumentará el déficit cuasifiscal en 1,900 millones de pesos por cada punto porcentual.

Explicó que ese déficit generado por esos certificados, que ascienden a 190 mil millones de pesos, es de 25 mil millones al año. Consideró que aunque la medida busca frenar la inflación, atenuará la capacidad de maniobras del Banco Central ante cualquier crisis bancaria o cambiaria. Por otro lado, Alvarez Bogaert cuestionó que el 80 por ciento de los préstamos bancarios esté destinado al consumo y al comercio.

“Alguna fórmula tendrá que buscar el gobierno que garantice préstamos de la banca, manteniendo su solidez actual, que se destinen al sector productivo, especialmente el agropecuario y el de la producción de bienes de exportación”, explicó.

También  abordó el grave problema demográfico que tiene el país, donde el crecimiento poblacional ha sido de 44 por ciento en los últimos 30 años, muy cercano al de Haití, que ha sido de 46 por ciento.

En su libro, advierte que el alza de  precios en  comida y petróleo se ha constituido en un impuesto regresivo sobre el ciudadano promedio, al que le reduce el poder adquisitivo de su  salario, pues  según las estadísticas del Banco Central, éste gasta 33% de sus ingresos en alimentos y el 15.95% en transporte.

Desafíos

Entre los desafíos que Alvarez Bogaert percibe  en su libro para  la República Dominicana está la necesidad de cumplir con un plan de nación a cinco y diez años.

También plantea ejecutar una agresiva política exportadora que esté acompañada de la eliminación de todas las barreras de costos formales e informales que están restando competitividad a la economía.

Asimismo, sugiere modificar la política fiscal y desmantelar el estado clientelista y abrumadoramente burocrático, para aumentar el gasto en infraestructura productiva, educación y salud.

Además, plantea ajustar los patrones de consumo, para no seguir gastando como si fuésemos una nación desarrollada, con 100 años de ahorro e inversión  o como un país petrolero.

Favorece transformar la agropecuaria, por razones de supervivencia, ya que los precios de la comida en el mercado internacional han subido y amenazan con mantenerse en niveles altos.

Álvarez  Bogaert también aboga por que se enfrente lo que definió como el “desastre eléctrico” y que se ejecute una  política de conservación de energía a la luz de un petróleo que podría mantenerse a precios altos.

Asimismo, recomienda enfrentar el problema de la inmigración ilegal haitiana.

“Para eso tenemos que implementar, con todo rigor, nuestra ley de inmigración, muy parecido a la de las naciones avanzadas, como lo están haciendo casi todos los países industiralizados”, expresa.

También plantea enfrentar la deuda de 200,000 millones de pesos en certificados del BC.

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