El aumento de los precios en los quesos importados ha hecho que muchos dominicanos que antes sólo comían queso Gouda u otros de buena calidad y de marcas reconocidas «le cojan un gusto al queso corriente”.

Así se expresó un dirigente empresarial que se quejó de los altos precios que exhiben la mayoría de los productos y las pocas alternativas que tienen las familias para extender sus ingresos, que prácticamente se mantienen invariables, mientras los precios se dispararon en más de un 100%.

«El queso Gouda que ahora cuesta RD$180 la libra, ha hecho que yo le coja un gusto tremendo al amarillo y más al que se derrite, eso es maravilloso», dijo.

Expuso que las alzas de precios en los productos alimenticios, han obligado a la gente de clase media a cambiar sus preferencias culinarias.

Los precios del queso, como la mayoría de los productos de consumo masivo diario, experimentan aumentos que superan hasta el 100 por ciento.

Por ejemplo, la libra de queso Gouda costaba a mediado del año 2003, RD$56, luego subió a RD$65, al finalizar el año oscilaba entre los RD$75 y los RD$90, pero en enero se disparó y se colocó por encima de los RD$150 y ya en febrero alcanzó los RD$180.

«El amarillo está ahora a RD$70, pero el guda se disparó al doble y está hasta a RD$180.00», dijo el empresario que pidió reservar su nombre.

El consumo de quesos, importados y de fabricación nacional, se hizo común entre personas de clase media, pero las alzas de precios por efecto de la devaluación del peso, los obligaron a cambiar y a preferir otros más baratos que consumía la gente de segmentos sociales inferiores.

«La calidad de vida de los dominicanos ha ido caminando para atrás. Ya no es lo que quieras comprar, sino lo que puedas comprar. Si eso somos nosotros que todavía podemos comprar, qué se les deja a las personas que perciben el salario, o no tienen ingresos fijos», comentó.

El bacalao, el arenque, las hojuelas de maíz, la tuna y otros productos cuyo consumo era común, ahora se han convertido en exquisiteces porque su consumo constituye un privilegio.

Hasta el consumo de leche, esencial para el crecimiento sano del niño, ha tenido que racionalizarse, porque «no hay con qué comprarla, después que de RD$150 se disparara hasta a RD$400 la lata de cinco libras en menos de un año”.

En los pasillos de los supermercados son comunes las quejas y hasta la histeria de los compradores, porque hasta el recadito verde subió en más de un 100% y de RD$1.25 ahora cuesta RD$3.50.

Los aumentos de precios son tan frecuentes, que las personas van a los negocios a comprar un producto y en menos de una hora vuelven y encuentran que la misma mercancía cuesta más.

Otros negocios cierran sus puertas, en medio de la jornada laboral, para cambiar precios, acorde con el alza del dólar.

Esos aumentos abarcan todos los productos, desde los alimenticios, bebidas, vestidos, juguetes, calzados y cuidado personal.

También, algunos negocios tienen los precios de las mercancías marcados en dólares, de manera que cuando el comprador va a la caja se chequea a cómo está la tasa para luego cobrar.