El empresario de la construcción, Francisco González, declaró que la actual situación para la clase media adquirir viviendas es funesta, por las alzas de precios que han experimentado las unidades habitacionales, a causa de la inestabilidad y subida constante de la tasa de cambio.

A su vez, hay constructores que ante la situación, lo que han hecho es disminuir el ritmo trabajos y otros han paralizado las obras, indicó.

Añadió que también hay otros que trabajan en la terminación de edificios, pero que no tienen planes de empezar nuevas obras hasta tanto la tasa de cambio del dólar se estabilice.

Expresó que las personas que compran viviendas en estos momentos, son aquellas que tienen capital en pesos y quieren protegerlo de la devaluación.

Muchas de estas personas compran al contado, dijo, tras lo cual sostuvo que la inestabilidad de la tasa de cambio y la permanente subida de ésta, provoca que los suplidores del sector construcción reclamen los pagos en dólares de los insumos y materias primas.

Esto significa, añadió, que para construir «tenemos necesariamente que fijar precios en dólares, lo que hace que las cosas sean un poco más difíciles», explicó.

González dijo que hace un tiempo ofertó un apartamento en US$85,000, lo que representaba RD$2.7 millones en esa época, pero que ahora asciende a casi RD$4.0 millones. “Es por ello que la venta de viviendas se hace cada vez más difícil”, indicó.

Dijo que no solamente en la venta de viviendas hay la tendencia a vender en dólares, sino también en los alquileres.

Señaló que todavía los constructores no han padecido de escasez en cuanto a los insumos y materias primas que utilizan, a causa de las restricciones de los importadores en la oferta, pero no descarta que próximamente se produzca algún desabastecimiento.

Prevé que el 2004 podría ser el año de mayor crisis en el sector construcción y abogó porque rápidamente los agentes económicos recuperen la confianza en la política económica y por ende, se estabilice la tasa de cambio del dólar.

Exhortó a los adquirientes a aprovechar ahora que el mercado de venta está deprimido y adquirir sus viviendas, cuyos precios todavía no reflejan el total de las alzas en los cotos experimentadas en las unidades.