Empresarios advirtieron ayer que aumentos que van desde 30% a 200% en tarifas y servicios registrados en los últimos tres meses afectan la competitividad de los sectores productivos nacionales, atentan contra los empleos formales, ahuyentan la inversión extranjera, e implicarán alzas de precios en productos en perjuicio de los consumidores.
Durante una rueda de prensa los presidentes de las asociaciones de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Ligia Bonetti; Dominicana de Zonas Francas (Adozona), Aquiles Bermúdez; el secretario del Consejo de la Asociación Dominicana de Exportadores, Sadalá Khoury, y el empresario de Santiago, José Clase, explicaron que durante el transcurso del 2013, el sector empresarial se ha visto afectado por aumentos e intentos de incrementos en el costo de servicios portuarios, aduanas, energía, agua y transporte, que de ser aplicados definitivamente colocarían a las empresas nacionales en una grave situación de desventaja en el contexto global.
La presidenta de la AIRD, Ligia Bonetti, dijo que los empresarios no se oponen a los aumentos, siempre y cuando no se hagan de manera desproporcionada y fuera de la realidad.
También pidió al Gobierno ser un ente regulador de las entidades que giran en torno a los puertos. Citó el ejemplo del sindicato de Transporte de Furgones y Afines de Boca Chica, que opera en el Puerto Caucedo, el cual ha dispuesto cobros de manera arbitraria.
En lo que se refiere a los aumentos de las tarifas de servicios portuarios, valoradas en dólares, explicó que se pretende incrementar hasta en un 100% debido a que las mismas no se han variado desde el año 2005.
Sin embargo, dijo que las agrupaciones empresariales entienden que los cambios deberían establecerse no de manera discrecional, sino en base a un criterio objetivo.
En lo referente a las tasas aduanales, dijo que los aumentos de estas tarifas van desde un 30% a un 200%, los que sobrepasan por mucho la inflación acumulada desde que se realizó el último ajuste de las tarifas para los exportadores.
Dijo que los aumentos en los servicios portuarios, aduanales y de carga son desproporcionados y que los mismos afectarán la competitividad de las empresas frente a los competidores internacionales, sobre, todo en momentos en que los sectores productivos están enfrentando las consecuencias de la reciente reforma tributaria y se abocan a un incremento del salario mínimo.