El director del Instituto de Energía de la UASD, ingeniero José Luis Moreno, advirtió que nuevos aumentos en la tarifa eléctrica podrían provocar una reducción en los ingresos del sistema, en vez de aumentarlos, porque el pago de la energía se haría insostenible para la mayoría de los sectores.

El gobierno ha decidido someter un proyecto de presupuesto y ley de gasto público por 120 mil 927.5 millones de pesos para el año 2004, que incluye, entre otras cargas, incrementos en la tarifa eléctrica.

Moreno San Juan consideró que lo recomendable sería revisar los valores acordados en Madrid, que hacen insostenible la rentabilidad de las distribuidoras y revisar la base de la tarifa.

«Todo producto tiene un precio que le llaman de estabilidad, y ya con la resolución 31 del 2002 se rebasó hace tiempo ese valor», sostuvo.

«O sea, en vez de aumentar los ingresos con el aumento de la tarifa dispuesto a través esa resolución, lo que ha ocurrido en que han bajado».

Dijo que no se ha hecho nada para llevar a cabo reformas estructurales en la base de los precios de venta de los generadores a los distribuidores y en el valor agregado de la distribución.

Consideró que si realmente las distribuidoras no pueden recaudar lo suficiente para pagar a los generadores, entonces habría que hablar de un subsidio de compensación, porque nadie tiene por qué pagar una energía extremadamente cara cuando hay un problema de gestión de cobro de parte de las distribuidoras que ha sido evidente en los últimos años.

Dijo que lo que han hecho las distribuidoras es sobrecargar al sector de la clase media, que generalmente ha sido disciplinado en cuanto a los pagos.

Sostuvo que hoy en día el consumidor subsidia la mala gestión administrativa de las distribuidoras, y parece que se quiere perpetuar esa situación, lo cual además de injusto, es inmoral.

Además, dijo que el servicio es malo, por lo cual mucha gente se resiste a pagar.

«¿Si usted no da energía, cómo piensa cobrar?», preguntó.

Explicó que si las recaudaciones se caen ahora, es una lógica consecuencia de que en noviembre no hubo prácticamente suministro de energía.