NUEVA YORK, (AFP). – Los presidentes latinoamericanos que participaron en el debate de la Asamblea General de la ONU que empezó el sábado en Nueva York alertaron que los altos precios del petróleo amenazan a la estabilidad política de los países importadores y pidieron alternativas energéticas. «Sea ésta una oportunidad para llamar la atención sobre la amenaza del precio del petróleo y de la falta de alternativas energéticas sobre países que son importadores netos».

Así habló el presidente colombiano Alvaro Uribe citando la «amenaza de los precios del petróleo».

«Ya se expresan asomos de inconformidad que pueden sobrevenir en graves quebrantos a la estabilidad institucional. No enfrentar este problema puede generar obstáculos mayores a la lucha contra la pobreza», agregó.

«Muchos países, entre ellos centroamericanos y del Caribe, requieren una acción urgente para ayudar a financiar la provisión de combustibles y el desarrollo de nuevas fuentes», dijo para concluir sobre el tema.

Por su parte, el presidente panameño Martín Torrijos dijo desde la tribuna de Naciones Unidas que «el precio del combustible ha escalado en forma tan dramática y ha causado tantos estragos que en algunos países amenaza con crear inestabilidad política y crisis económica».

«Los países que somos importadores netos de petróleo tenemos que producir más para poder exportar más y así poder importar el mismo número de barriles de petróleo», explicó.

«Se requiere de cooperación técnica y financiera por parte de los países desarrollados, especialmente en el campo energético, para lograr la transferencia de tecnologías que nos ayuden a producir energía limpia y de menor coste», propuso.

En un discurso pronunciado la víspera en el marco de la Cumbre Mundial de la ONU que precedió al debate, el canciller hondureño Mario Fortín pidió a la ONU un mecanismo urgente para controlar los «inaceptables» precios actuales. «Esos precios son inaceptables, constituyen un insulto a la pobreza, la que están contribuyendo a incrementar», afirmó.

«Nuestra organización debe buscar con urgencia y sin excusas, un mecanismo que contribuya a contener ese constante incremento cuyas repercusiones para los países en vías de desarrollo son verdaderamente dramáticas», exigió.

Además de Colombia y Panamá, intervino en el debate de este sábado Brasil, que a través de su canciller Celso Amorim insistió en la importancia de ampliar el Consejo de Seguridad de la organización.

Se trata del tema de la renovación de la ONU en el que Brasil ha invertido más esfuerzos, movido por su ambición de lograr un escaño permanente en la instancia.

«La reforma del Consejo de Seguridad es la pieza central del proceso de reforma en el que estamos implicados. La inmensa mayoría de los Estados miembros reconocen la necesidad de hacer el Consejo de Seguridad más representativo y democrático».

«En este momento histórico, ninguna reforma del Consejo de Seguridad será significativa si no contempla la expansión de los escaños permanentes y no-permanentes, con países en desarrollo de Africa, Latinoamérica y Asia en ambas categorías».

Amorim también expresó la intención de su país de trabajar a favor de una mayor integración y estabilidad regional. «Brasil está comprometido en fortalecer una alianza estratégica con su mayor socio en la región, Argentina, y con la promoción de una América Latina próspera, integrada y políticamente estable», afirmó.

En la sesión vespertina que empezará a las 15H00 locales (19H00 GMT), está prevista la intervención del presidente paraguayo Nicanor Duarte y del uruguayo Tabaré Vázquez.