El precio de la leche local e importada fue afectado por la devaluación del peso frente al dólar, por lo que madres y pediatras advirtieron que está afectando la alimentación de los bebés.

Una pediatra consultada por HOY planteó que el problema de la desnutrición de los niños es uno de los más graves que tiene el país, pero que podría agravarse más como consecuencia de que muchas familias carecen de recursos para comprar la leche que en algunos casos se ha triplicado de precio.

«Estos precios están locos, cada quién sube lo que le da la gana», dijo una señora.

Una lata de leche de marca Alacta Plus tipo jumbo se vende a RD$439, RD$460, RD$470, RD$480 y RD$524, dependiendo del establecimiento. Los comerciantes se aprovechan de que este producto está escaseando en el mercado.

En el caso de la Milex los precios varían de un negocio a otro. Mientras un supermercado anuncia la lata a RD$475, otro negocio la vende a más de RD$500. Entretanto, la leche Nutra costaba RD$405 y la Anchor RD$428.

[b]MATERNIZADAS[/b]

Las leches destinadas a recién nacidos fueron también aumentadas de precio. Una lata de Similac en polco de poco menos de una libra y que las madres explicaron que apenas dura una semana, se vendía ayer a RD$160 y RD$170. Y el potecito de cuatro onzas de leche líquida Nan subió de RD$21 a RD$43.

[b]LAS CRIOLLAS[/b]

Asimismo, el litro de leche Rica subió de RD$26 a RD$35, y la Parmalat de RD$21 a RD$25.

Pero los comerciantes alegan que sus precios dependen de la cotización del dólar, ya que se trata de productos importados desde Estados Unidos, Argentina y Nueva Zelandia.

Señalan que la tasa oficial del dólar era de RD$35 por dólar a finales de diciembre, pero que ahora la divisa extranjera vale más de RD$50 y está sumamente escasa.

Oficialmente, los únicos aumentos anunciados por los importadores de leche fueron de 4% en diciembre y 10% en los primeros días de enero, pero esto es sólo teoría, se explicó.

En la práctica, quien quiera comprar leche cuesta el doble o como digan los dueños de los establecimientos.

[b]LAS MADRES[/b]

Raquel de la Cruz tuvo que dejar temporalmente sus estudios de Pedagogía en la UASD porque tiene que darle el seno a SU HIJO José Steven, de cinco meses.

Para ello tuvo dos razones poderosas: la salud de su hijo y los altos precios de la leche industrializada.

Raquel está consciente que la mejor leche del mundo es la de la propia madre, pero además, dice, “ahora mismo no hay quien aguante los altos precios de la leche maternizada. No he querido darle otra leche. Imagínate con la situación económica que estamos viviendo. No es posible».

Pero ese no es el caso de su hermanito José Michel, de siete años, quien cada vez toma menos leche porque sus padres no pueden comprarla en las cantidades que lo hacían hace unos meses.

«Después que la lata subió a casi RD$500 ya casi no le doy leche. De cuando en cuando le compro un cartoncito de leche,» Raquel de la Cruz.

Hasta hace poco, Marlin Cuevas le compraba leche, compotas y cereales a su hijito Alvin, de un año, pero ahora el dinero no le alcanza.

«Ya yo no sé que le voy a dar. Será leche de vaca o comida, porque uno no puede comprar leche al precio que está», expresó la madre, mientras hace turno para consultar a un médico.

A su lado, María Salomé dijo que el pediatra de su niña le recomendó una marca de leche, pero ella decidió darle otra, porque la que dijo el médico estaba «demasiado cara».

[b]UNA RESPUESTA[/b]

La pediatra Idelci Bautista afirma que desde que comenzó la escalada de precios recibe montones de llamadas de madres pidiéndole que les recomiende un tipo de leche más barata para sus niños, «pero es que ya no hay más económicas», porque la más barata triplicó su precio.

«Encima de que la población infantil es desnutrida de por sí, imagínese lo que pasara a partir de ahora que la gente está aguando la leche», manifestó la especialista.

[b]UN PELIGRO[/b]

Dijo que esta práctica va en detrimento de la buena alimentación de los niños.

Recomendó que las madres sustituyan algunas de los biberones de leche que dan en el día a sus niños por vegetales y frutas, pero sin olvidar que la leche es imprescindible para el ser humano, sobre todo en los primeros años de vida.

Asimismo, la pediatra sugirió a las madres amamantar a sus bebés, aún después de los seis meses, «a las que trabajan yo les recomiendo que se la ingenien para conseguir permiso e ir a amamantar a sus niños y si no pueden que se ordeñen».