Alzheimer, atacante silencioso del cerebro

Alzheimer, atacante silencioso del cerebro

La demencia es un desorden cerebral que afecta seriamente la habilidad de una persona para llevar a cabo sus actividades diarias. La enfermedad de Alzheimer (AD, por sus siglas en inglés) es la forma más común de demencia entre las personas mayores. Involucra las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Cada día los científicos aprenden más sobre esta enfermedad, pero hasta ahora sus causas son desconocidas y no se conoce ninguna cura.

Normalmente la enfermedad se manifiesta después de los 60 años y el riesgo aumenta con la edad. Aunque las personas más jóvenes también pueden sufrirla, es mucho menos común entre ellas. Aproximadamente el tres por ciento de hombres y mujeres entre los 65 y los 74 años la tienen, y casi la mitad de los hombres y mujeres de 85 años y más pueden tenerla. Es importante anotar, sin embargo, que la enfermedad de Alzheimer no es una etapa normal del envejecimiento.

La enfermedad de Alzheimer es llamada así por el médico alemán Alois Alzheimer, quien en 1906 notó cambios en el tejido cerebral de una mujer que había muerto de una rara enfermedad mental. Alzheimer encontró aglutinaciones anormales (ahora llamadas “placas de amiloide”) y una masa confusa de fibras (ahora llamada “enredo de neurofibrillas”). Actualmente estas placas y enredos en el cerebro son considerados el sello característico de la enfermedad de Alzheimer.Los científicos también han encontrado otros cambios en el cerebro de las personas que tienen la enfermedad de Alzheimer. Hay una pérdida de células nerviosas en áreas del cerebro que son vitales para la memoria y otras habilidades mentales. También hay disminución en el nivel de los químicos del cerebro responsables de la transmisión de mensajes complejos entre las células nerviosas. Puede alterar los procesos normales de pensamiento y de memoria debido al bloqueo de estos mensajes entre las células nerviosas.

¿Cuáles son las causas de la enfermedad de Alzheimer?

Los científicos no entienden aún completamente qué causa la enfermedad de Alzheimer. Probablemente no hay una sola causa, sino que existen varios factores que afectan a cada persona de diferente manera. La edad es el factor de riesgo conocido más importante de la enfermedad de Alzheimer. El número de personas que la sufren se duplica cada cinco años entre las personas mayores de 65 años.

La historia familiar es otro factor de riesgo. Los científicos creen que la genética puede jugar un papel importante en muchos casos de esta enfermedad. Por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer familiar, una rara forma de Alzheimer que normalmente se manifiesta en personas entre los 30 y los 60 años de edad, puede ser hereditaria. Sin embargo, en la forma más común del Alzheimer que se presenta a edad más avanzada no se observa ningún patrón familiar obvio.

Un factor de riesgo para este tipo de Alzheimer es una proteína llamada apolipoproteína E (apoE). Todos tenemos “apoE” que ayuda a transportar el colesterol en la sangre. El gen de la “apoE” tiene tres formas: una parece proteger a una persona de la enfermedad de Alzheimer, y otra parece que aumenta las probabilidades del desarrollo de la enfermedad en la persona. Otros genes que aumentan el riesgo de la enfermedad de Alzheimer o que probablemente protejan contra esta, todavía no se han descubierto.

Los científicos aún necesitan aprender mucho más sobre las causas de la enfermedad de Alzheimer. Adicionalmente a la genética y a la “apoE”, están analizando la educación, la dieta, el ambiente, y los virus para investigar qué papel pueden tener estos en el desarrollo de esta enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer comienza lentamente. Al principio el único síntoma puede ser tener pequeños olvidos. Las personas con la enfermedad de Alzheimer pueden tener problemas para recordar eventos recientes, actividades o los nombres de personas o cosas familiares. Las operaciones simples de matemáticas pueden volverse difíciles de resolver. Estas dificultades pueden causarle fastidio, pero normalmente no son tan serias como para causar alarma.

Sin embargo, mientras la enfermedad progresa, los síntomas se notan más fácilmente y se acentúan tanto que son motivo suficiente, para que la persona con la enfermedad de Alzheimer o los miembros de su familia, busquen ayuda médica. Por ejemplo, las personas en la etapa avanzada del Alzheimer pueden olvidar la forma de hacer tareas sencillas, como cepillarse los dientes o peinarse. Ya no pueden pensar claramente y empiezan a tener problemas para hablar, entender, leer o escribir. Después, las personas con la enfermedad de Alzheimer pueden ponerse ansiosas o agresivas, o deambular fuera de la casa. Eventualmente los pacientes necesitan un cuidado permanente.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Alzheimer?

Un diagnóstico temprano y exacto de la enfermedad de Alzheimer ayuda a los pacientes y a sus familias a planear el futuro. Les da tiempo para discutir las opciones de cuidado mientras el paciente todavía puede participar en la toma de decisiones. El diagnóstico temprano también ofrece la mejor oportunidad para tratar sus síntomas de la enfermedad.

Actualmente, la única manera definitiva para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer es investigar sobre la existencia de placas y enredos en el tejido cerebral. Para observar el tejido cerebral los médicos deben esperar hasta que se haga la autopsia, que es un exámen del cuerpo que se hace después que la persona muere. Por consiguiente, los médicos deben hacer un diagnóstico de “posible” o “probable” enfermedad de Alzheimer.

En los centros especializados, los médicos pueden diagnosticarla correctamente con un 90 por ciento de certeza. Los médicos usan varios métodos para diagnosticar “la probable” enfermedad de Alzheimer.

1. Una historia médica completa que incluya información sobre la salud general de la persona, los problemas médicos anteriores y cualquier dificultad que la persona tenga en las actividades diarias.

2. Pruebas diagnósticas médicas tales como los exámenes de sangre, de orina o de flúidos medulares ayudan al médico a encontrar otras posibles enfermedades que causan estos síntomas.

3. Un exámen neuro-psicológico para medir la memoria, la capacidad de resolver problemas, la atención, la capacidad de contar y el lenguaje.

4. Exámenes del cerebro con escáner para permitir al médico mirar fotografías del cerebro para ver si hay algo que no parezca normal.

La información contenida en la historia médica y los resultados de los exámenes ayudan al médico a descartar otras posibles causas de los síntomas de la persona. Por ejemplo: problemas de la tiroides, reacciones a los medicamentos, depresión, tumores cerebrales y enfermedades cerebro-vasculares que pueden producir síntomas similares a los de la enfermedad de Alzheimer. Algunas de estas otras condiciones médicas pueden tratarse con éxito.

Recientemente, los científicos se han enfocado en un tipo de cambio de la memoria llamado deterioro cognoscitivo leve (MCI, por sus siglas en inglés). El MCI es diferente de la enfermedad de Alzheimer y de los cambios en la memoria relacionados con el envejecimiento. Las personas con el MCI tienen problemas continuos de memoria, pero no presentan otras pérdidas como la confusión, los problemas de atención y la dificultad con el lenguaje. Científicos financiados por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA) están llevando a cabo un Estudio sobre el Deterioro de la Memoria para saber si el diagnóstico temprano y el tratamiento del MCI podría prevenir o retardar una mayor pérdida de memoria, incluyendo el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

¿Cómo se trata la enfermedad de Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad lenta, que comienza con leves problemas de memoria y termina con un severo daño cerebral. El curso que toma la enfermedad y la velocidad en que ocurren los cambios varían de persona a persona. En promedio, los pacientes con la enfermedad viven entre 8 y 10 años después de que se les ha diagnosticado, aunque esta puede durar hasta 20 años.

Ningún tratamiento puede detener la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, en algunas personas, en las fases temprana y media de la enfermedad, medicamentos como el tacrine (Cognex), donepezil (Aricept), rivastigmine (Exelon) o galantamine (Reminyl), pueden prevenir el empeoramiento de algunos síntomas durante un tiempo limitado. También algunas medicinas pueden ayudar a controlar conductas sintomáticas de la enfermedad de Alzheimer como el insomnio, la agitación, el deambular, la ansiedad y la depresión. El tratamiento de estos síntomas frecuentemente hace que los pacientes se sientan más cómodos y facilita su cuidado para las personas que los atienden.

El desarrollo de nuevos tratamientos para la enfermedad de Alzheimer es un campo activo de investigación. Los científicos están sometiendo a prueba varios medicamentos para ver si previenen la enfermedad de Alzheimer, para hacer más lenta su evolución o para ayudar a reducir los síntomas de la conducta.

Los científicos han sometido a prueba dos tipos diferentes de medicamentos anti-inflamatorios sin esteroides (NSAIDs, por sus siglas en inglés) para averiguar si retardan la evolución de la enfermedad. Hay evidencia que la inflamación en el cerebro puede contribuir al daño de la enfermedad de Alzheimer. Los científicos creen que los medicamentos anti-inflamatorios, como los NSAIDs, podrían ayudar a retardar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. El rofecoxib (Vioxx) y el naproxen (Aleve) son actualmente dos NSAIDs en estudio.

Las han demostrado que la vitamina E retarda el avance de algunas de las consecuencias de la enfermedad de Alzheimer por aproximadamente siete meses. Actualmente los científicos están estudiando la vitamina E para saber si esta puede prevenir o retardar la enfermedad de Alzheimer en los pacientes con MCI. Recientes investigaciones sugieren que la ginkgo biloba, un extracto hecho de las hojas del árbol de ginkgo, puede ser de alguna ayuda en el tratamiento de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. No hay evidencia de que la ginkgo pueda curar o prevenir esta enfermedad. Los científicos están intentando ahora averiguar si la ginkgo biloba puede retardar o prevenir la demencia en las personas mayores.

Hay investigaciones también en marcha para ver si el estrógeno reduce el riesgo de la enfermedad de Alzheimer o retarda su desarrollo. Un estudio demostró que el estrógeno no retarda la progresión de la enfermedad ya diagnosticada, pero se necesita investigar más para averiguar si puede jugar otro papel. Por ejemplo, los científicos están ahora intentando averiguar si el estrógeno puede prevenir la enfermedad de Alzheimer en mujeres con historia familiar de la misma.

Las personas con enfermedad de Alzheimer y con MCI que quieran ayudar a los científicos a probar los posibles tratamientos, pueden participar en las pruebas clínicas. Las pruebas clínicas son estudios que se realizan para averiguar si un nuevo tratamiento es seguro y efectivo. Las personas saludables también pueden ayudar a los científicos a aprender más sobre el cerebro y la enfermedad de Alzheimer.

¿Hay ayuda para las personas que atienden a los enfermos?

Frecuentemente los cónyuges u otros miembros de la familia proveen el cuidado diario de las personas con la enfermedad de Alzheimer. Cuando la enfermedad avanza, los pacientes necesitan cada vez más cuidados. Esto puede ser difícil para las personas dedicadas a estos cuidados y puede afectarles su salud física y mental, la vida familiar, el trabajo y sus finanzas.

La Asociación de Alzheimer tiene centros de asistencia en todo el país que proporcionan programas educativos y grupos de apoyo para las personas dedicadas a estos cuidados y para los miembros de la familia de las personas que sufren de la enfermedad de Alzheimer.

Investigaciones recientes

Los científicos han avanzado mucho en la comprensión de la enfermedad de Alzheimer. Los resultados de años de investigación han empezado a aclarar la diferencia entre los cambios normales de la memoria relacionados con la edad, el MCI y la enfermedad de Alzheimer. Los científicos también han hecho grandes progresos en la definición de los cambios que se presentan en el cerebro del enfermo de Alzheimer, lo cual les permite identificar con precisión los posibles objetivos del tratamiento. Estos adelantos son la base para la Iniciativa para la Prevención de la Enfermedad de Alzheimer de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) que está diseñada para:

1. Entender por qué la enfermedad de Alzheimer se presenta y quién está en mayor riesgo de desarrollarla.

2. Mejorar la exactitud del diagnóstico y la habilidad para identificar a aquéllos en riesgo.

3. Descubrir, desarrollar y probar nuevos tratamientos.

4. Descubrir tratamientos para los problemas de conducta de los pacientes con la enfermedad de Alzheimer.

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