ALZHEIMER
Los cuidadores entrenados ayudan a frenar la progresión de la demencia

ALZHEIMER<BR>Los cuidadores entrenados ayudan a frenar la progresión de la demencia

RAQUEL BARBA
MADRID.- Cuidar a un enfermo no es fácil. En los casos de demencia en ancianos, en muchísimas ocasiones el papel de cuidador lo desempeñan los propios familiares. El hecho de que el cuidador entienda la patología a la que se enfrenta y conozca los ‘trucos’ para sortear mejor las situaciones más estresantes influye en la salud del paciente. Un estudio publicado en la revista ‘JAMA’ así lo confirma.

La mayoría de los adultos mayores, incluidos aquellos que tienen demencia, suelen ser atendidos por médicos generalistas. Aunque los médicos de atención primaria suelen prescribir la mayoría de los fármacos psicoactivos de los ancianos, este entorno parece que no es el propicio. En muchos casos los médicos no tienen suficiente tiempo para explicar a los familiares qué hacer ante los problemas que se les avecinan, con lo que los cuidadores acaban estresándose ante la incapacidad para sobrellevar la situación.

Comparados con aquellos que no están dentro de un programa específico de cuidado, los pacientes con enfermedad de Alzheimer que tienen un soporte multidisciplinar tienen menos síntomas conductuales y psicológicos relacionados con su demencia tras un año de seguimiento, y los cuidadores tienen menos niveles de estrés y depresión, según señala el estudio.

El trabajo realizado por Christopher M. Callahan de la Universidad de Indiana en Indianápolis, se comparó la eficacia de un manejo multidisciplinar de pacientes con enfermedad de Alzheimer con el cuidado habitual que se da en atención primaria. Entre los meses de enero del 2002 y agosto del 2004, 84 pacientes fueron tratados por un equipo liderado por una enfermera que entrenaba al principal cuidador en la atención del paciente, mientras que 69 se manejaron por el médico de atención primaria.

La intervención duró un año. La enfermera se encargó de enseñar a los cuidadores los protocolos establecidos para el manejo de problemas en estos pacientes, como el insomnio, la depresión, las ateraciones del comportamiento, la agresividad, las alucinaciones e incluso la salud del cuidador. Se intentaba que la mayoría de los problemas puedieran controlarse con el mínimo de pastillas posibles.

Además los cuidadores fueron entrenados para manejar otros situaciones frecuentes como los problemas legales y financieros. Incluso se les enseñó a movilizar al paciente, facilitándoles vídeos para instruirles sobre los ejercicios adecuados para los ancianos. También se les proporcionó material escrito y audiovisual para solucionar sus problemas. Una enfermera atendía sus consultas sobre los problemas más relevantes a los que se enfrentaban.

La estrategia demostró que el deterioro de los enfermos era significativamente menor en los pacientes tratados de este modo al compararlos con el manejo habitual. «La aplicación de las guías de tratamiento mejora los síntomas de los enfermos y además permite que los cuidadores asuman mejor la situación», comenta el autor del estudio. «Los resultados son mejores que los conseguidos con los fármacos que reducen la progresión del Alzheimer».

«El peso básico del programa lo acaban llevando los cuidadores, como ocurre en el manejo clásico, sin embargo con estos programas de entrenamiento se sienten más seguros de lo que hacen y son capaces de abordar muchas más situaciones complejas, con lo que los pacientes evolucionan mejor y los familiares se queman menos»,concluyen los investigadores.

 

 

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