“Amamantar es momento de conexión sublime”

“Amamantar es momento de conexión   sublime”

Cuando Yanet Olivares, consultora de lactancia internacional y líder de la Liga de La Leche en República Dominicana, aún no pensaba tener hijos, la lactancia era un tema que ya había captado su atención desde que leyó un artículo alusivo a este tema en la revista “Scientific American”.

La pasión por la lactancia materna fue en aumento cuando estando en Puerto Rico ya embarazada de su primer bebé, su esposo vio un comercial sobre la Liga de la Leche y fue tanta su emoción que dejó la televisión encendida todo el día esperando que lo volvieran a pasar.

Aquello fue un éxito, porque a partir de ese momento se acercó a las reuniones y aprendió de la líder y de las otras mamás, pero no quiso quedarse con esos conocimientos, sino que estaba deseosa de ayudar a los demás.

De regreso al país en 1992 cuando su hijo tenía un año y medio, la líder del grupo le pidió que se certificara para servir de apoyo a otras madres, petición que fue aceptada con gusto, a tal punto que hoy en día esta práctica se ha convertido en un ´trabahobbie` para ella.

A simple vista se puede apreciar a una mujer sencilla que ama la vida y que prefiere dar prioridad a las personas antes que a las cosas, lleva en su ser esa entrega de educar y apoyar no solo a las madres, sino también al personal de salud en los distintos aspectos de la lactancia materna.
Son muchos los que conocen a Yanet, alguien que tiene una dulce voz y siempre dispuesta a colaborar cuando de amamantar se trata. Y claro, ella también vivió su propia experiencia cuando fue primeriza.

Imborrables momentos y determinación: Nos cuenta que su primogénito nació en un hospital pequeño de Mayagüez, Puerto Rico, hace casi 30 años en un momento en que no había Internet, pero estaba decidida a lactar y dedicar su tiempo a la crianza.

Donde dio a luz había una política de separación mamá-bebé de 48 horas, y aunque su pequeño fue un bebé de término y sano, solo podía verlo dos veces al día por una ventanita de cristal. “Era alimentado por enfermeras con fórmulas artificiales hechas a base de leche de la vaca, ¡de otra especie!5 Para mí eso era y es una barbaridad, así que sentí la impotencia en carne propia y solicité el alta antes de los tres días, tiempo establecido para las madres con cesárea.

¡Tuve la dicha de lograr al menos eso! Claro que me esperaron unos días difíciles con un bebé acostumbrado a un biberón, pero mi decisión era más fuerte, hablé con él y le dije: “hijo mío, aquí tengo tu leche, y es de donde te nutrirás, vamos a aprender juntos, y nos costó”…

Pero al tercer día fue un momento muy difícil para iniciar la lactancia, pues es cuando los senos se hinchan y el agarre se dificulta, además de que su niño evacuaba cada vez que le daba el seno, y su madre aseguraba que era diarrea.

Pero como ya había asistido a las reuniones de la Liga de la Leche de Mayagüez, sabía que la evacuación frecuente era normal, “pero mi madre insistía que no estaba bien y mi esposo ya estaba preocupado, así que se fueron con el bebé al pediatra y vinieron con una receta de darle suero.

Cedí por unas horas, pero mi bebé lloraba, así que volví a amamantarlo y volvió a evacuar. Mi marido y mi madre fueron a otro doctor y de allá vinieron con tres recetas de fórmulas y con la recomendación de que le diera agua de arroz y jugo de manzana. Ya ahí llegó mi límite, dije ya ¡no más!

“Rompí las indicaciones y exclamé, yo tengo su leche. Fue la decisión final, mi hijo mamó, yo amamanté”.

Cuenta que el primer mes fue un desafío, porque empezó a producir más leche de la que necesitaba su hijo, y los efectos de la fórmula de los dos primeros días se dejaron sentir. Después de vencer esas dificultades su niño fue lactado por cuatro años y medio.

Son muchas las vivencias que Yanet ha tenido con otras madres y especiales anécdotas que siguen latentes en su memoria, una de ellas es un día que fue a ver a una mamá a su casa que tenia 18 días de haber parido y no había logrado amamantar y tampoco se sacaba la leche.

“Su pareja había ido a trabajar a los Estados Unidos durante el embarazo para conseguir el dinero para la fórmula, como todo buen padre, aunque engañado por la publicidad.

Estábamos trabajando en su sofá, la madre, su pareja, y el bebé. Damos las sugerencias de cómo colocar su bebé al seno y de manera inmediata ese bebé empezó a mamar y sus senos de inmediato se llenaron de leche y del otro seno también empezó a salir leche”.

Cuenta que ellos estaban sorprendidos y que llamaron a la señora que estaba cocinando, a los vecinos y todos vinieron a presenciar “el milagro”. A partir de ahí esa joven madre dio seno exclusivo y disfrutaron una relación feliz.

Esta es una de las tantas satisfacciones que recibe la experta cuando ayuda a alguna mujer en este proceso y siempre está en disposición de orientar.

Lactancia en RD: En esta faena son muchas las situaciones que se le puede presentar a cualquier mujer, y qué decir de nuestro país si aún seguimos lidiando con algunos retos, entre los que la asesora destaca con ahínco “la agresividad de la industria en la comercialización de sus productos, una Ley de protección a la lactancia que no contempla penalidad a los violadores, la falta de recursos para ejecutar planes, la falta de información del personal de salud en el manejo de la lactancia materna que va desde el uso de medicamentos que llaman incompatibles, sin serlos, hasta consejos inadecuados en cuanto a la crianza, el indiscriminado uso de cesáreas, aconsejar no amamantar cuando hay condiciones de salud o medicamentos compatibles, la cultura del biberón, los mitos en la comunidad, la falta de apoyo de familiares, amigos y parejas.

Otro dato importante que nos cuenta es que la capacitación y actualización del personal de salud prácticamente “está en manos de la industria, ya que ellos financian la mayoría de los congresos que tratan el tema de la lactancia en el país, incluyendo la mayoría de las sociedades”.

Señala que tampoco la carrera de medicina y sus especialidades incluyen una materia de lactancia humana, salvo una universidad privada.

“Entonces, queda sujeto al interés de cada médico aprender de lactancia. De hecho, solo tenemos dos consultoras de lactancia certificadas, además de mí. Son dos doctoras que se esforzaron por sacar el título, y aun una de ellas trabaja como pediatra en una clínica no es el referente vital dentro de ese espacio.

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Tierna imagen con hijo

Conocemos muy poco lo que es la educación formal en lactancia”.

Consejos y sugerencias: En este tiempo de pandemia Olivares sugiere a aquellas que tienen el virus que sí pueden seguir lactando.

Y es que amamantar y practicar, piel con piel desde el nacimiento del niño, son las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del país.

Destaca que cuando a una madre se le detecta el virus, ya su bebé ha estado expuesto y a través de la leche materna este va a recibir componentes inmunológicos que lo ayudan a prevenir la enfermedad o su intensidad. Recomienda usar mascarilla y lavado frecuente de manos.

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Yanet Olivares asistiendo a una recién parida

En el 1997 Yanet Olivares participó en los congresos internacionales de LLLI. En el 1998 realizó estudios de lactancia humana en Wichita State University y en el 2000 tomó el examen de consultora de lactancia certificada por la junta internacional (IBLCE). Es el único organismo a nivel mundial que certifica las consultoras con un título profesional.

Celebración
Y a propósito de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020, que termina mañana viernes, la Liga de la Leche en República Dominicana ha estado realizando diversas actividades con un programa centrado en el impacto de la alimentación infantil en el medio ambiente, en el cambio climático y en el imperativo de proteger, promover y apoyar la lactancia materna para la salud del planeta y su gente.

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