AMAURY CORDERO Ganador de la única medalla de oro en XII Juegos 1974

AMAURY CORDERO Ganador de la única medalla de oro en XII Juegos 1974

Amaury Cordero nació el 14 febrero de 1949 en San Pedro de Macorís.

Se inicia en la Halterofilia en los años 60 en los tiempos de la muerte de Trujillo, junto a su hermano y un reducido grupo de jóvenes, en la planta baja de lo que fuera en ese entonces la denominada Escuela Mixta, con el respaldo de Don Pedro Justo Carrión y el Dr. José Hazim Azar, ambos fallecidos. La Escuela Mixta quedaba en el vecino Barrio Miramar. Actualmente llamada Escuela Luis Arturo Bermúdez. Amaury tiene el honor de ser el único medallista de oro del país durante los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe 1974 en la ciudad de Santo Domingo.

Luego de ahí, Cordero se convierte en una de las grandes estrellas del deporte en la República Dominicana. En esa ocasión levantó un total de 145 kilos en la modalidad de envión, mientras que en total se llevó la Presea de Bronce, en el peso de 67,5 masculino, para sumarle dos a la delegación dominicana, de las 18 conquistadas en el cuadro final de competencia.

Para ganar la medalla dorada, Cordero tuvo que superar al favorito cubano Ignacio Guanche, quien se llevó la segunda posición y en tercero concluyó el colombiano José Martínez.

Al año siguiente participa en los Juegos Panamericanos de México, en donde logra dos medallas de bronce, al realizar alzadas de 115 en arranque y 257,5 en total, en la modalidad de 67,5.

En esa oportunidad el dominicano solo fue superado por Roberto Urrutia de Cuba y Daniel Cantore de Estados Unidos, ganadores de las medallas de oro y plata respectivamente.

En el 1976 fue escogido entre los mejores Levantadores de Pesas de América Latina, durante las competencias del preolímpico de Levantamiento en Montreal. Mientras que en el 1977, conquistó una presea de plata y dos de bronce en la Copa Las Américas de Pesas, que se celebró en ciudad México. En los Panamericanos de San Juan, Puerto Rico 1979, Cordero volvió a enseñar sus fuerzas, alcanzando dos medallas de bronce, en arranque con un total de 127,5 kilos y en envión 152,5.

Durante esas competencias panamericanas, solo fue superado por Julio Echenique, de Cuba y Thomas Hirtz, de Estados Unidos.

Fue seleccionado junto a su hermano para participar en las Olimpiadas de Munich, Alemania, pero no pudo asistir por falta de recursos económicos.

En 1979 terminó su carrera al participar en los VIII juegos Panamericanos en donde trajo para el país, dos medallas de bronce.

Nos cuenta sobre Amaury, el gran amigo y excelente periodista deportivo Freddy Tapia, lo siguiente: «El día que Amaury Cordero se casó con la gloria no durmió y comió menos de lo acostumbrado en los días que tenía competencia.

Si bien es recomendable siempre ingerir alimentos frugalmente previo a subir a la plataforma, lo cierto es que la tensión que las dos noches anteriores no le dejaron conciliar el sueño, también le quitaron el apetito.

De manera que, a duras penas, desayunó con una tostada y jugo de china. Al mediodía se limitó a tomar una ligera sopa de pollo.

“Ese día comí muy poco porque mi sed, mi hambre no estaba en comida, sino en competir”, relata 40 años después el único dominicano que conquistó la medalla de oro e hizo sonar las notas del Himno Nacional en los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe.

“Tenía un compromiso muy grande conmigo, con mi país y con mi entrenador Bienvenido Polanco, que siempre estuvo conmigo ahí, en mi cabecera”, manifiesta. “¡Ahora Amaury, ahora!” Como si siguiera un guión cinematográfico, Amaury Cordero falló en los primeros dos intentos que hizo en los 145 kilos, un mal hábito con el que tuvo que lidiar en toda su carrera.

¡La tiene Amaury, la tiene…!” le vociferó Polanco cuando vio que con un perfecto movimiento en el tercero se llevó a los hombros la barra. Poco a poco fue bajando los codos más allá de lo aconsejable e inclinándose hacia adelante.

“Yo di un brinco de aquí allá y le dije espera mi aviso”, relata Polanco, hoy de 81 años de edad y activo aún en su gimnasio El Espartaco. “Cuando él se paró le dije: ¡Ahora Amaury, Ahora..!’ y la clavó arriba”, enfatiza. Ahí aseguró la inédita Medalla de Oro para Dominicana en los XII Juegos porque Guanche también registró una alzada de 145 kilos, pero el dominicano se impuso porque tuvo menor peso corporal (147 libras por 147,75).

“Cuando el atleta oye la voz del entrenador, le sale más fuerza”, explica Polanco. José Márquez, el presidente de la Federación Dominicana de Pesas, estaba muy tenso, no vio la competencia y prefirió aguardar por el resultado en el camerino.

Sorpresa

El resultado sorprendió al propio atleta petromacorisano, que tenía como meta obtener plata en el envión, pues entendía que era imposible vencer al renombrado pesista cubano.

“Yo me crecí”, admite Cordero, quien no fue sino hasta después de haber asegurado el oro que miró al gran favorito de la jornada, quien tuvo que cargar con la chapa plateada que en principio deseaba el dominicano. También con el oro en arranque y en total, pero eso no diezmó su frustración.

El colombiano José Martínez quedó en tercer lugar.

“Yo nunca había hecho ese levantamiento ni en práctica”, destaca el siempre apacible Cordero, quien el 14 de febrero pasado cumplió 65 años de edad.

“Para nosotros fue una sorpresa porque nuestro fuerte eran los pesos de abajo, nunca los de arriba”, reconoce José Manuel Camarena, para la ocasión un hombre orquesta de la federación (secretario, asistente del entrenador, escribiente y algo más).

Lamento de Camarena

Camarena dice que el equipo de halterofilia nunca fue enfocado por las autoridades deportivas, pero el cuerpo técnico y los dirigentes de esa federación pensaban lo contrario.

Ellos proyectaban que San Lázaro de la Cruz podía colgarse la chapa dorada en la categoría de los 52 kilogramos, pero la falta de una simple muñequera truncó esa posibilidad.

De la Cruz, también oriundo de la Sultana del Este, obtuvo plata con la primera alzada de 85 kilos que hizo. Hasta ahí llegó su participación y no pudo hacer las restantes cinco que tenía pendiente porque se resintió la muñeca.

“Lázaro tenía tanta fuerza que con un primer movimiento asegura la plata, pero no hizo los otros dos movimientos del arranque y mucho menos pudo salir para el envión porque no apareció la famosa muñequera”, manifiesta Camarena sobre un simple detalle que debió ser tomado en cuenta por las autoridades de la entonces Dirección General de Deportes, hoy Ministerio de Deportes.

“Todos se aparecieron cuando Amaury ganó la medalla de oro. Yo no sé de dónde aparecieron”, apunta Camarena. “Hasta ese momento, nosotros éramos la federación olvidada”.

El hito de Cordero, quien también agregó una de bronce en el total (230 kilogramos) impidió que la Mayor de las Antillas cargara con las 30 preseas auríferas que vinieron a buscar en el campeonato de halterofilia del evento regional. La cuarta medalla aportada por pesas al país la cargó “El Pollito” Rafael Ortega, de La Vega, en la división 56 kilos con un arranque de 82.5 (bronce)».

El deporte de las barras, los discos y la plataforma, el levantamiento de pesas o halterofilia, tiene en Amaury Cordero al primer Pesista en ser elevado al Salón de la Fama del Deporte Nacional. También fue inmortalizado en el deporte de San Pedro de Macorís.

Uno de los nuestros que poco se habla de él y quien nos dejó grandes satisfacciones. En imagen, Amaury haciendo uso de sus habilidades. Atrás, la pizarra llevando el conteo histórico!.

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