Amaury: Dilema de una generación política

<P>Amaury: Dilema de una generación política</P>

Terminada la Guerra de Abril, las cabezas del sector del 14 de junio en el que militaba Amaury Germán convinieron secretamente con Francis Caamaño impulsar los preparativos para retomar la lucha armada contra las tropas norteamericanas y contra la representación política de dichas tropas.

Todo lo que hizo esa dirección, principalmente en los primeros seis meses del año 1967, fue  acelerar los preparativos para impulsar dicho acuerdo, habiendo decidido como línea política, como dice Amaury Germán en su dramática carta-testimonio, “el inicio de la guerra revolucionaria en la República Dominicana” (ver carta-testimonio de Amaury).

Incontables las iniciativas impulsó la Dirección del 14 de Junio en preparación de dicho acuerdo y Línea Política. Se sabe de la muerte de Orlando Mazzara, Luis Parrish, Reyes Saldaña, Carlos Castillo y muchos otros, pero ello no fue más que el reflejo de los ingentes esfuerzos que se implementaron en todo el país en aquellos dramáticos meses. Francis Caamaño era informado de todos nuestros pasos. Dentro de estas iniciativas se envió un fuerte contingente de los principales cuadros dirigentes, hombres y mujeres, a Cuba y otra a China.

Recibíamos duros golpes, pero estos no hacían más que redoblar nuestra determinación y trabajo. Pero cuando a los mortales golpes se le sumó la muerte del Che Guevara en Bolivia, entonces la línea política adoptada unánimemente empezó a ser cuestionada por la Dirección Política, hasta decidir el envío a Europa de Roberto Duvergé a conversar con Francis Caamaño. Roberto llegó a Holanda la misma noche en que Francis Caamaño “desapareció”, y no pudieron encontrarse.

Amaury  y el grueso de los cuadros entrenándose en Cuba, ratificaron la línea asumida (ver carta-testimonio), separándose del 14 de Junio y formando el grupo “Los Palmeros”.

Desde Viet-Nam, Homero Hernández escribió: “Después de todo este tiempo, la tarea que tienen  que llevar a cabo Carlos (Fidelio Despradel) y Enriquillo (Antonio Beato) me tiene extremadamente preocupado” (Operación Verdad: De Héroes y Traidores; p-127). Se refería la del inicio del movimiento guerrillero, del cual Fidelio era el comandante y Antonio Beato el sub-comandante, de una columna guerrillera de trece hombres, dentro de los cuales, además de estos dos, estaban Arnulfo Reyes, Baby Mejía, Pichi Mella, Raúl Pérez Peña, Enrique Montandon y seis más, incluyendo dos miembros del cuerpo de hombres ranas.

El 14 de Junio, que emergió de la Guerra de Abril como la organización más fuerte y combativa, con influencia determinante en el grueso de los comandos y los combatientes, no soportó el embate de esta “pérdida de perspectivas”. Su dirección entró en crisis y devino entonces el fraccionamiento, el principal de cuyos sectores fue lo que luego se llamó “Línea Roja del 14 de Junio”, lo cual nos lleva a otra historia. Remito a los lectores a la carta-testimonio de Amaury  y a mi libro “Operación Verdad: de Héroes y Traidores”.

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