CIUDAD DE GUATEMALA. AFP. Grupos ambientales de Guatemala, Belice, Honduras y México lamentaron este miércoles que no se estén tomando las medidas necesarias para proteger el arrecife mesoamericano, que se extiende a lo largo de la costa caribeña de sus respectivos países, de los efectos del cambio climático.  

Si no adoptan acciones en los «próximos 50 años los arrecifes enfrentarán una mayor presión por el aumento de la población, la creciente demanda de productos del mar y el cambio climático», advierte un informe publicado por los grupos.

El documento, denominado «Avances de los Países del Arrecife Mesoamericano-2014 de la Iniciativa Arrecifes Saludables (HRI, en inglés)», resalta la importancia de implementar las medidas de gestión acordadas para conservar el arrecife «saludable».

Los arrecifes de coral de Mesoamérica, conocidos por su impactante belleza y diversidad de colores, son la segunda mayor barrera de coral del mundo después de la de Australia.

El arrecife abarca más de 1.200 km desde la punta norte de la Península de Yucatán, México, hasta las Islas de la Bahía en la costa norte de Honduras, incluyendo la costa caribeña de Guatemala y Belice.

El HRI estableció 22 indicadores para proteger el ecosistema, las costas y áreas marinas de la reserva.

«Los nuevos hallazgos del informe de Avances destacan que el ritmo de implementación de los 22 indicadores evaluados en el 2011 y 2014 ha sido desilusionantemente lento», subraya el informe.

No obstante, los ambientalistas consideran como un éxito que ahora Belice ya cuente con el 20% del mar territorial dentro de áreas marinas protegidas, porcentaje establecido por la Convención de la Diversidad Biológica. Los otros tres países ya lo tenían.

La HRI es una iniciativa regional que nació en 2004 que cuenta con el apoyo de más de 50 organizaciones guatemaltecas, regionales e internacionales de conservación, investigación y gestión dedicadas a la conservación y el uso sostenible del arrecife mesoamericano.

«Nuestro próximo objetivo es ampliar las zonas totalmente protegidas de recuperación pesquera, que garanticen la supervivencia de los medios de vida de 3.000 pescadores tradicionales y la salud de nuestro mar», puntualiza el informe.