BUENOS AIRES. Ambientalistas argentinos volvieron a protestar ayer con sendas caravanas, una terrestre y otra acuática, contra una fábrica que consideran contaminante en el vecino Uruguay.

Decenas de manifestantes se embarcaron en lanchas que surcaron el limítrofe río Uruguay y otros marcharon en vehículos hacia un puente fronterizo, frente a la planta de celulosa de la firma finlandesa UPM (ex Botnia), sin provocar incidentes. La protesta fue organizada por ambientalistas de la ciudad argentina de Gualeguaychú, a 230 km al norte de Buenos Aires, en la orilla opuesta a la ciudad uruguaya de Fray Bentos, en cuya jurisdicción opera la pastera.

El conflicto entre ambos países se remonta a 2007 con la instalación de la industria y tuvo sus momentos de mayor tensión cuando los argentinos cortaron durante casi cuatro años un puente que vincula a las dos naciones.

En 2010, la Corte Internacional de La Haya falló en favor de la postura de Uruguay según la cual los efluentes de la fábrica se mantienen dentro de parámetros aceptables, pero Montevideo autorizó este año un aumento de la producción fabril que derivó en nuevas protestas argentinas.