Ambiente único e insustituible

Ambiente único e insustituible

El Día Mundial del Medio Ambiente pasó ayer entre fútiles  discursos y proclamas, y cuando aún resuena el estrepitoso  fracaso de la  XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático, que tuvo lugar en Copenhague, Dinamarca, desde el 7 al 18 de diciembre de 2009. En ese encuentro, las quince naciones más contaminantes impusieron unas conclusiones que no garantizan cambio de actitud hacia el ambiente.

De esa conferencia internacional hasta la fecha, han empeorado las agresiones contra la estabilidad ambiental y el desdén conque las potencias industrializadas afrontan el cambio climático. Han reforzado la irracional pretensión de que sean los países subdesarrollados los que se encarguen de cuidar el ambiente, a cambio de compensación económica. Todo esto, mientras el arrollador avance de la tecnología esparce por el mundo toda clase de materias nada amigables  para el ambiente.

En el Golfo de México, un gran derrame submarino de petróleo desafía la capacidad de los técnicos. Aún son incalculables, pero sin duda inmensos, los pasivos ambientales que sobrevendrán de esta fuga. Queda al desnudo la imperdonable falta de previsión de una industria petrolera que opera sin “plan B” para este tipo de contingencias.  Nadie piensa en que el ambiente en que vivimos es  único e insustituible.

LMD y el apetito de los políticos

La Liga Municipal Dominicana ha sido siempre un organismo muerto, si se le juzga en función  de realizaciones para bien de los gobiernos municipales. Ha sido un barril sin fondo que traga recursos de los ayuntamientos para alimentar una pesada burocracia. Su función  de “asesor” de los gobiernos municipales solo existe en el papel que pretende justificar la existencia de este organismo. Pero los partidos ni por asomo plantean su eliminación. Sería atentar contra su propio clientelismo.

 Tras las elecciones congresuales y municipales de mayo pasado, se ha despertado un laborantismo febril entre los grupos políticos por repartirse el pastel de la LMD. Varios de estos grupos negocian y cabildean la secretaría general y otras altas posiciones de dicho organismo, pues obtenerla les permitiría dar colocación a gente que colaboró en la campaña. Nada de esto redundaría en beneficio de los ayuntamientos y su gestión por los municipios.

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