Ambientes con identidad propia

Ambientes con identidad propia

El buen momento económico reflejado también en el «boom» inmobiliario ha propiciado una actitud abierta en el consumidor español, más receptivo a las novedades en el ámbito de la decoración. El aumento de la oferta, en los últimos años, ha diversificado mucho las tendencias aunque, en términos generales, existe una clara orientación hacia el mueble de calidad, los diseños sencillos, cómodos y frescos, y la utilización de maderas macizas en tonos naturales o cerezo.

Estas consignas se adaptan a cada uno de los cuatro estilos en los que se podría articular la decoración contemporánea: el eterno clásico, el rústico, los coloniales, étnicos y el moderno, que tienden a combinarse acertadamente recreando ambientes con identidad propia.

CLÁSICO REINTERPRETADO

Así, en un mueble clásico se impone el estilo Louis Philippe de formas puras, o las reproducciones antiguas en tonos más claros que quitan seriedad al mueble y le añaden actualidad. Nogal español, caoba y cerezo, son algunas de las maderas más utilizadas en este tipo de mueble que se presenta con predominio de acabados a la cera.

Se trata, en definitiva, de una nueva reinterpretación del estilo clásico en una doble dirección: conjugándola con elementos decorativos de la antigua Grecia y Roma, –mármol, piel natural, etc.– para los gustos más barrocos; o haciendo uso de contrastes junto a elementos más funcionales y evitando ornamentaciones supérfluas.

En esta línea destacan los muebles auxiliares elaborados en madera y cerámica u otros materiales, como son la forja, porcelana y cristal. También se imponen los modernos sillones con mecanismo relax; piezas que fácilmente encajan en la decoración clásica. Otros fabricantes se inclinan hacia la mezcla de líneas modernas con piezas de suave neoclasicismo en las que se incluyen innovadores acabados en gris titanio, o los habituales baños en oro.

EL RÚSTICO PERMANECE

El estilo rústico, tan demandado en los últimos años, continúa su protagonismo al alza con una renovada oferta en la que toman fuerza la línea provenzal y los tonos nogal, cerezo, miel y roble envejecido. Los acabados de anticuario, decapé blanco y gris, y las pátinas y ceras cobran de nuevo protagonismo. Los detalles de forja y las tapicerías de lino, algodón y lana, acompañan a esta tendencia y añaden calidez a estos ambientes, ya de por sí acogedores.

COLONIAL PARA LOS JÓVENES

Algo parecido ocurre con las tendencias de inspiración étnica y colonial, de gran impacto entre el público joven y con infinitas posibilidades para grandes y pequeños espacios.

La decoración oriental se caracteriza por los muebles asiáticos, realizados en maderas de cedro, olmo o palo de rosa con incrustaciones de hueso, nácar, marfil, etc. Las nuevas tendencias se inclinan por las piezas en bambú, rattán, coco y materiales naturales propios de Filipinas. Los complementos exóticos, procedentes de África e India, son, entre otros, los elementos que definen un estilo de plena moda.

MODERNO Y MINIMALISTA

Para los amantes de una estética más vanguardista, las últimas propuestas en decoración apuestan por los espacios abiertos y luminosos, en los que se juega con muebles de volúmenes limpios, en líneas ligeras y rectas. Las tapicerías: lisas en colores grisáceos, teja o caldera; con texturas flocadas y tratamientos antimanchas.

Otra de las corrientes con mayor proyección es la mezcla de maderas –haya y cerezo principalmente– con otros materiales como el aluminio y el cristal. Se trabajan cantos en inglete y se atiende especialmente a la anatomía de asientos y respaldos en sillas y sillones.

De línea moderna son también los muebles juveniles, con series modulares en madera de pino macizo alistonado en gran variedad de colores –miel, natural, roble, o decapés en azul, verde, amarillo y rojo–. Una opción práctica con piezas desmontables que facilitan su adaptación a cualquier medida del hogar.

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