La forma más habitual de la ambliopía es la bilateral. Pero por suerte es un problema que se puede corregir a tiempo
Es poco probable que podamos darnos cuenta en casa o en la escuela cuando un niño tiene ambliopía, por el hecho de que la mala visión es solo en un ojo. Por lo tanto, el paciente utilizará su otro ojo para ver, siendo diferente cuando tenemos un paciente con mala visión de ambos ojos que es fácilmente detectable por el maestro o sus cuidadores.
Sin embargo, existen señales de alerta, como el guiño de un ojo, que será un mecanismo compensatorio para enfocar con el ojo que ve mejor. El bajo rendimiento escolar debe llamarnos la atención.
Otros datos como el acercamiento en exceso al cuaderno o a los objetos, lo cual nos indicara que probablemente la causa de la ambliopía sea por la presencia de uno o ambos ojos con miopía.
Los dolores de cabeza frecuentes y asociados al trabajo visual deben llamar nuestra atención siempre. El inicio temprano del tratamiento, el cual deberá siempre ser llevado por un oftalmólogo pediatra y consiste en la identificación y eliminación del factor que causa la ambliopía y la correcta rehabilitación del ojo ambliope, casi siempre requerimos el uso de lentes y otras opciones de tratamiento como es el parchado del ojo sano para estimular la visión del ojo ambliope, entre otros métodos.
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Es imprescindible la cooperación de la familia y todo el entorno del paciente para el apego al tratamiento.
¿Cómo se detecta la ambliopía?
La ambliopía causada por un estrabismo puede ser fácilmente detectada por los padres del niño, ya que verán que este desvía el ojo. Además, no identificará ni los objetos ni las personas de cerca, teniéndose que acercar demasiado para verlas.
También es frecuente que tropiece e incluso que se caiga por este problema, que trate de evitar la televisión y la lectura.