PARIS (EFE).- El cineasta Alejandro Amenábar afirmó que es «tan insensato animar a la gente a morir cuando tiene un problema como obligarle a vivir cuando su caso es desesperado». El realizador hispano-chileno precisó al diario Le Figaro que él habría querido «seguir viviendo», de haber estado en la piel del tetrapléjico Ramón Sampedro, cuya lucha por morir inspiró su cinta.

«Creo que rodaría siempre películas, incluso clavado en una silla de ruedas», agregó.

El director de «Tésis», «Abre los ojos» y «Los otros» aseguró, en cambio, que él también habría querido morir, de encontrarse en la situación del también hoy fallecido Vincent Humbert, joven francés que quedó tetrapléjico, mudo y casi ciego por un accidente automovilístico.

«La muerte no me atrae para nada, pero nos define, nos rodea y da un sentido o no a nuestra vida. A partir de ahí, todo me interesa. ¿Cómo hacer frente a la muerte? ¿Cómo comportarse en el más allá?», dijo Amenábar.

«No me considero un cineasta político o comprometido. La eutanasia es un tema que podrían tratar realizadores como Ken Loach o incluso (Pedro) Almodóvar. Lo que me inspiró a mí fueron la extraordinaria personalidad de Ramón Sampedro y las relaciones que había creado en el seno de su familia y con todas esas mujeres enamoradas de él», indicó.

Preguntado sobre lo que más le sorprendió de Sampedro, el director destacó «su humor negro, su sabiduría y su profundidad».

«Era un hombre de origen modesto, que a lo largo de los treinta años pasados en su cama de dolor se educó a sí mismo. Estaba rodeado de mujeres que le querían. En un país donde el machismo es desgraciadamente todavía muy fuerte, Ramón sabía escucharlas y no las juzgaba.