Nunca en este país, ni siquiera en épocas de oscurantismo, el fanatismo había llegado al extremo de llamar pública y abiertamente a asesinar periodistas por éstos defender sus criterios con el derecho y la libertad que les garantiza la Constitución. Las amenazas de muerte hechas de manera directa contra los comunicadores Juan Bolívar Díaz, Huchi Lora, Amelia Deschamps y Roberto Cavada constituyen una conspiración, no sólo contra los denunciantes, sino también contra la libertad de expresión y difusión del pensamiento.
Estos periodistas han señalado con fechas, circunstancias y lugares las veces que cada uno de ellos ha sido amenazado de muerte por defender la causa de los indocumentados haitianos en el país. Han citado el caso de la impresión de un millón de volantes en los que una denominada “Fundación por la Soberanía” les tildaba de traidores a la patria y de ser parte de una supuesta conspiración contra este país en contubernio con el gobierno haitiano.
El Ministerio Público, que está apoderado del caso, tiene a la mano elementos suficientes para una investigación seria, que permita determinar quiénes promueven en este país, libre y democrático, el asesinato de comunicadores por ejercer sus derechos. Esta es una seria amenaza contra una de las libertades fundamentales, y por tanto la investigación de los hechos debe desembocar en sanciones ejemplares.
LA ALERTA ROJA DE LA JCE
Por falta de sendas leyes, una de Régimen Electoral y otra de Partidos y Agrupaciones Políticas, dos instrumentos jurídicos que los grupos políticos han venido aplazando de año en año, el país corre el riesgo de que las elecciones se vean afectadas por impurezas perjudiciales para la democracia. La Junta Central Electoral (JCE) ha advertido que sin reglamentar el uso de recursos de parte de los partidos, las elecciones pueden ser ganadas a fuerza de dinero, y no en base a la aceptación popular de la oferta política de que se trate.
Acogiéndose a esa preocupación, la JCE ha reintroducido los dos proyectos de ley. Los partidos políticos, que son sostén de la democracia, deben renunciar a la tozudez que han mantenido durante muchos años, y aprobar estas herramientas para sanidad del régimen que nos hemos dado.