BAGDAD (AFP).- La televisión satelital qatarí Al Jazira difundió este domingo por la noche un vídeo en el que un grupo armado amenaza con matar a un rehén surcoreano que retiene en Irak si Seúl no retira sus tropas de ese país, mientras que el primer ministro iraquí, Iyad Allawi, anunció que asumirá personalmente la dirección de los servicios de seguridad.
En tanto, la violencia volvió a estar presente en Irak, en donde un nuevo atentado y varios enfrentamientos dejaron un saldo de 11 iraquíes muertos en las últimas 24 horas, mientras continuaba aguardándose la reanudación de las exportaciones de crudo, paralizadas desde hace cinco días por el sabotaje de oleoductos en el sur.
Tres hombres que dicen pertenecer al grupo Tawhid wal jihad (Unificación y guerra santa), dirigido por el jordano Abu Mussab Al Zarqawi, vinculado a la red terrorista Al Qaida, aparecen en el vídeo, armados y encapuchados, con el rehén sentado delante de ellos.
Los secuestradores reclaman al gobierno surcoreano que anuncie en las próximas 24 horas el retiro de sus tropas de Irak y que «no envíe más», dos días después de la decisión de Seúl de desplegar 3.000 soldados suplementarios en el país a partir de agosto.
«No envíen más tropas, si no les vamos a enviar la cabeza de este coreano y será seguida, si Dios lo quiere, de la cabeza de sus soldados», amenazan.
Según Al Jazira, el rehén se llama «Kim Song-Il» y trabaja para una empresa comercial en Bagdad.
En otra secuencia del vídeo, el rehén, de pie y en lágrimas, suplica en inglés: «no quiero morir, mi vida es importante».
Zarqawi fue señalado por el ejército norteamericano como el principal responsable de los sangrientos atentados perpetrados en Irak tras la caída del régimen de Saddam Hussein.
El primer ministro Allawi, un especialista en cuestiones de seguridad, anunció la creación de una comandancia integrada bajo su autoridad personal con el objetivo de luchar contra la guerrilla y contra ese tipo de ataques, diez días antes del traspaso de la soberanía al gobierno que él dirige.
«Me he fijado como prioridad inmediata la puesta en marcha de un sistema de control y comando iraquí eficaz para integrar todas esas fuerzas, mientras tenga la responsibilidad de la seguridad nacional», indicó Allawi.
La víspera, la coalición encabezada por Estados Unidos lanzó un ataque en Faluya, 50 km al oeste de Bagdad, contra un «escondite de la red (dirigida por el presunto islamista jordano Abu Mussab) Al Zarqawi». Según el ejército, el ataque dejó un saldo de 18 muertos.
Pero un oficial de policía declaró que no se ha encontrado ningún rastro de presencia armada en el lugar del ataque, que según él ha dejado 26 muertos, entre ellos tres niños, y ocho civiles heridos en un barrio pobre de la ciudad.
Entre los 11 iraquíes fallecidos en actos de violencia en las últimas 24 horas figuran dos miembros de la Guardia Nacional muertos a causa de una explosión cerca del aeropuerto de Badadad, un civil víctima de una bomba artesanal en el barrio del Banco Central de la capital, y tres iraquíes que perdieron la vida en el barrio chíita de Sadr City en enfrentamientos entre milicianos y militares estadounidenses.
Según el ejército norteamericano, cuatro rebeldes fueron abatidos por disparos de un avión de la coalición que respondió a un ataque cerca de Samarra (125 kilómetros al norte de Bagdad), mientras que un jefe tribal murió por disparos de desconocidos cerca de Kirkuk.
En el sur, de donde parten todas las exportaciones petroleras iraquíes, los equipos técnicos se dedicaban a reparar dos oleoductos saboteados, indicó el director general de la Compañía de Petróleo del sur (SOC).
En el plano político, la custodia del depuesto presidente Saddam Hussein y de otros nueve altos responsables de su régimen pasará a manos de las autoridades del gobierno iraquí luego del 30 de junio, aunque permanecerán vigilados por carceleros estadounidenses, según un responsable de la coalición.