La capital del país y el municipio Santo Domingo Este permanecen en estos días bajo amenaza sanitaria, sitiados por montones de desperdicios cuya acumulación nadie puede justificar.

En el caso particular de la capital el argumento que pretende justificar la situación está basado en medias verdades. Dice la Sindicatura que el problema obedece al mal estado de la vía que da acceso al relleno sanitario de Duquesa, lo que entorpece la tarea de depositar allí los desperdicios recogidos en la capital.

A esa media verdad hay que agregar esta otra: el Ayuntamiento del Distrito Nacional tiene deudas que sobrepasan los cien millones de pesos con dos de las empresas que tiene contratadas para el aseo de la ciudad y las mismas no han podido reforzar sus equipos de recolección y transporte.

Hay que reconocer que la actual sindicatura se ha esforzado por hacer un buen trabajo, sobre todo en materia de limpieza. En el caso de Santo Domingo Este no podemos decir lo mismo, pues en esa zona la acumulación de basura es permanente.

Cualesquiera que sean las causas o pretextos, esta acumulación de desperdicios es una grave amenaza sanitaria para los habitantes capitalinos y de Santo Domingo Este, en momentos en que está en sus topes más críticos el desabastecimiento de los hospitales públicos.

Las autoridades de estos municipios tienen que buscar alternativas que les permitan retirar de los vertederos improvisados los desperdicios acumulados en varios puntos de la capital y de Santo Domingo Este. La amenaza contra la salud de los munícipes es real y contundente, mucho más real y contundente que los argumentos con los cuales se trata de justificar que haya basura por doquier.

Los municipios suelen pasar por alto casi todas las faltas e ineficiencias de sus ayuntamientos, pero son severos en la condena cuando fallan en la recogida de basura. Quienes estén mirando hacia mayo del 2006, que tengan en cuenta este detalle.

Mes del Cáncer

El décimo mes del año está consagrado a esa terrible enfermedad que ha desafiado la capacidad de la Medicina y que sigue ganando terreno en la humanidad.

La ocasión es propicia para recordar que el Instituto de Oncología Doctor Heriberto Pieter, nuestro centro por excelencia para el tratamiento del cáncer, está siendo afectado por serias limitaciones financieras y de equipos.

Todos, de alguna manera, estamos llamados a levantar nuestra voz para tratar de revertir esa situación, como única forma de ampliar las posibilidades de vida de mucha gente afectada de cáncer.

Quienes tienen o han tenido familiares o amigos afectados de cáncer y han visto mermadas sus posibilidades de vida porque el Heriberto Pieters carece de lo necesario para lograrlo, comprenden lo dramático y triste de la situación.

No deberíamos conformarnos con la retórica de los discursos cargados de promesas que mucha gente pronunciará en actividades con motivo del Mes del Cáncer. El reclamo de más apoyo financiero, de materiales y equipos para el Heriberto Pieters deberá ser tan persistente como persistente es el cáncer contra el cual todos debemos luchar, hoy por unos, mañana por otros.