América Latina: a la derecha, a la izquierda

América Latina: a la derecha, a la izquierda

Rosario Espinal

La historia de América Latina se ha caracterizado por los giros políticos que tienden a operar de manera cíclica: unas veces hacia la derecha y otras hacia la izquierda. En este último período de aperturas democráticas que se inició a fines de la década de 1970, ha sido igual.

Definir con precisión los términos derecha e izquierda se torna cada vez más difícil, pero en la América Latina actual, su principal diferenciador es el énfasis en la protección del capital privado (derecha) versus la redistribución de la riqueza (izquierda).

Al iniciarse este siglo comenzó un giro a la izquierda con el ascenso de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela en 1999, quien luego acuñó el término Socialismo del Siglo XXI. En el 2003 llegó Lula da Silva a la presidencia de Brasil y Néstor Kirchner en Argentina.

En los países andinos, los movimientos indigenistas impulsaron las largas presidencias de Evo Morales en Bolivia (2006-2019) y Rafael Correa en Ecuador (2007-2017). Y en el 2010 llegó Pepe Mujica a la presidencia de Uruguay.

Luego se produjo un movimiento hacia gobiernos de derecha marcado por las presidencias de Sebastián Piñera en Chile (2010-2014 y 2018-2022), de Mauricio Macri en Argentina (2015-2019), y la caída del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil con la destitución de Dilma Rousseff en agosto de 2016, seguido por la elección del derechista Jair Bolsonaro.

Ahora estamos nuevamente ante un posible giro regional hacia la izquierda. Se inició con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en México en julio de 2018, seguido en 2019 por el triunfo del peronismo en Argentina, y en el 2020 se produjo el sorpresivo retorno al poder de las fuerzas de Evo Morales con Luis Arce de presidente.

El ascenso de la izquierda siguió en el 2021 con el triunfo de Pedro Castillo en Perú, Xiomara Castro en Honduras (que no proviene de la izquierda, pero enarboló un discurso de campaña con ese sesgo), y de Gabriel Boric en Chile.

Todas estas elecciones fueron competitivas, a diferencia de las elecciones en Venezuela o Nicaragua donde el oficialismo, que clama ser de izquierda, se impone sin real competencia.

En este 2022 se celebrarán dos elecciones que indicarán si América Latina sigue moviéndose hacia la izquierda o no. En Brasil podría ganar Lula contra Jair Bolsonaro, y en Colombia se perfila una fuerte contienda entre la centroderecha y el exguerrillero y exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro.

Diversos factores explican estos movimientos pendulares en América Latina de derecha a izquierda y viceversa: 1) las grandes desigualdades en la región, 2) la incapacidad de los sistemas económicos y políticos de dar respuestas a las necesidades y expectativas de las mayorías, 3) la vulnerabilidad ante choques externos que empobrecen amplios segmentos sociales, y 4) las debilidades de los sistemas de partidos políticos.

Este último factor, en particular, es la causa de que algunos presidentes, de derecha y de izquierda, sean hechura del momento y no cuenten con una fuerte base legislativa para gobernar con efectividad.