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MÉXICO (EFE).- Latinoamérica debe avanzar hacia el libre comercio con o sin el ALCA y profundizar sus acuerdos de integración económica y política, pero no debe dolarizarse, consideró la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
«Hay que profundizar los acuerdos subregionales y avanzar hacia un área de libre comercio que incluya a todos los países de Latinoamérica y el Caribe. Es lo mínimo que tendría que tener la región», afirmó a EFE el secretario ejecutivo de CEPAL, José Luis Machinea, quien participa en un seminario sobre el tema en México.
Enfatizó que el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que impulsa Estados Unidos, debe ser creada sólo si «se dan las condiciones para eso».
Las negociaciones para crear el ALCA, cuyo final estaba previsto para 2005, están estancadas desde febrero pasado, cuando fracasó la reunión que debía definir la estructura de las conversaciones debido a diferencias sobre acceso a mercados entre EEUU y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
El Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) tiene ventajas comparativas en productos agrícolas, pero EEUU se niega a eliminar subsidios y mejorar el acceso a su mercado.
Machinea consideró que Estados Unidos debería hacer «un gesto claro» sobre cómo piensa tratar el tema para destrabar las negociaciones.
«O hay alguna flexibilidad de EEUU en el acceso de productos agrícolas a su mercado o difícilmente se destrabará el ALCA, y esto sería un problema para la región», dijo.
Aunque estimó que un acuerdo hemisférico sería «lo más razonable», indicó que la profundización de los convenios subregionales ya existentes «es un comienzo de un proceso de integración más profundo».
Se manifestó contrario a asumir el dólar estadounidense como moneda única de la región, como han propuesto algunos sectores, para avanzar en la integración y eliminar la volatilidad en el tipo de cambio.
«La dolarización no es una solución a los problemas de crecimiento y puede ser un dilema», afirmó.
El Salvador y Ecuador ya dolarizaron sus economías, mientras que Argentina mantuvo la paridad peso-dólar durante una década hasta que la derrumbó la crisis.
Un estudio del Banco Mundial planteó el año pasado que los mejores candidatos para una dolarización son los países centroamericanos, dada la influencia de Estados Unidos en sus economías.
Sin embargo, Machinea la descartó para Sudamérica, donde consideró que trae más beneficios el actual régimen cambiario flexible guiado por metas de inflación, cuyo reto es establecer un historial de estabilidad monetaria y credibilidad ante la inversión externa.
«Una vez que uno dolariza es muy difícil salir de eso. Yo mantendría cierta flexibilidad cambiaria porque países como México, que comercian mucho con EEUU, la han mantenido -en buena hora- y me parece que debería ser la línea de la mayoría de los países de la región», dijo.
Señaló que la dolarización puede ser una solución para otorgar estabilidad a los precios en el corto plazo, pero advirtió que «quita tanta flexibilidad a las economías que reciben »shocks» externos muy grandes, que a la larga es más un pasivo que un activo».
Machinea consideró que Latinoamérica está «muy lejos» de lograr un proceso de integración similar al que tiene la Unión Europea, ya que le falta avanzar en la convergencia macroeconómica y afirmó que el ALCA es un mero acuerdo comercial que «difícilmente haga converger las tasas de interés».
Aunque en los últimos años en su mayoría los países de la región controlaron la inflación y redujeron sus déficit fiscales, «el tipo de cambio tiene mucha volatilidad».
Una solución a este problema sería la creación de fondos regionales que reduzcan la vulnerabilidad ante choques externos como puede ser por ejemplo un ataque a una moneda y que el país quede con falta de liquidez.
Señaló que los organismos multilaterales de crédito «deberían tener créditos que apoyaran el proceso de integración» porque hasta ahora lo han «ignorado» y han seguido «prestando por países».
