Hoy 
POR RICHARD LAPPER
En São Paulo
Los trabajadores emigrantes de América Latina y el Caribe enviaron a sus familias US$53,6 millardos el año pasado, un incremento de 17% sobre la cifra de 2004.
El aumento, documentado en un sondeo que anunciará hoy el Banco Interamericano de Desarrollo, confirma la posición de América Latina en el mayor mercado del mundo de las remesas.
Por tercer año consecutivo, las remesas hacia la región superaron los flujos de inversión directa extranjera y la ayuda en su conjunto.
El aumento en las remesas refleja el hecho de que las tasas de migración económica ahora superan el crecimiento de la población mundial en una proporción de cuatro a uno. Dice el BID que la tendencia, en una semana en que el Senado de Estados Unidos está analizando una legislación que ofrece visados para trabajadores temporales hasta unos 400,000 inmigrantes ilegales al año, también subraya la necesidad de reformar la legislación del trabajo y la migración.
El cambio en el comercio internacional, la inversión y las comunicaciones ha exigido que el sistema político y económico del mundo adapte nuevas reglas y mecanismos para cumplir con las realidades modernas, dijo Donald Terry, jefe del fondo de inversiones multilaterales del Banco. Las mismas necesidades hay que hacerlas para los trabajadores migrantes que se han convertido en una parte tan importante e integral de los mercados laborales del mundo.
Se estima que entre 25 y 27 millones de latinoamericanos viven y trabajan en el extranjero, 22 millones de estos en los mercados desarrollados de América del Norte, Europa y Japón. El señor Terry dijo que los trabajadores migrantes de la región ahora comprenden más del 20% de la fuerza de trabajo en Madrid, la capital de España. En EEUU, los trabajadores latinoamericanos y caribeños constituyen un promedio de 12% de la fuerza laboral. Familia por familia, trabajador por trabajador, los migrantes están rehaciendo el mapa de los mercados laborales mundiales, expresó el señor Terry. Las mejoras en las técnicas utilizadas para supervisar los flujos de remesas responden en parte por la fuerte subida del año pasado. Muchos migrantes continúan empleando canales informales, y el total pudiera ser superior a US$59 millardos.
Los países más cercanos a EEUU han tenido los flujos mayores, con México, que obtiene unos US$20 millardos de ingresos en divisas gracias a als remesas. Los cinco países de América Central y la República Dominicana recibieron US$11 millardos.
Brasil recibió US$6 millardos, Colombia US$4 millardos y las cuatro economías andinas un total de US$9 millardos. El BID continúa con sus esfuerzos por reducir el costo de las transferencias de las remesas, que por lo general se despachan en cantidades entre US$100 y US$300. Los costos por comisión representan en la actualidad cerca de 5% del total, menos de la mitad de los niveles de hace cinco años.
No obstante, el señor Terry dijo que los bancos pudieran hacer mucho más para ayudar a integrar a los migrantes en sus sistemas financieros locales. Los bancos de América Latina son en esencia inútiles en la vida diaria de la mayoría de su población.
VERSION: IVAN PEREZ CARRION
