América Latina es la región con mayor desigualdad

América Latina es la región con mayor desigualdad

Un estudio del Banco Mundial (BM) dado a conocer ayer revela que América Latina y el Caribe es una de las regiones con mayor desigualdad en el mundo, y plantea que para enfrentar la situación se precisa de profundas reformas en las instituciones políticas, sociales y económicas.

En el estudio «Desigualdad en América Latina y el Caribe: ¿ruptura con la historia?», el BM señala que el 10% de los individuos más ricos recibe entre 40% y 47% del ingreso total en la mayoría de los países latinoamericanos, mientras que el 20% más pobre recibe apenas entre 2% y 4%.

Estas cifras -precisa el informe- son considerablente superiores a los índices registrados en Estados Unidos, donde el 10% más rico recibe el 31% del ingreso total; y en Italia, donde recibe el 27%.

En República Dominicana, el 10% con más ingresos tiene 28.4 veces más recursos para comprar que el 10% más pobre.

La desigualdad en cuanto a ingresos y en el acceso a servicios como educación, salud, agua y electricidad frena el ritmo de la reducción de la pobreza y mina el proceso de desarrollo, expresó Guillermo Perry, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe y co-autor de la investigación.

«Desigualdad en América Latina y el Caribe: ¿ruptura con la historia?» es el principal estudio de investigación anual del BM sobre la región, preparado por David Ferranti, vicepresidente del BM para Latinoamérica y el Caribe; Guillermo Perry, economista jefe del BM, para la región; Francisco Ferreira y Machael Walton.

Los resultados de la investigación fueron presentados durante un seminario celebrado ayer en un seminario organizado por el BM, la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

Además de poner fin a la «prolongada» historia de desigualdad en la región de América Latina y el Caribe, el estudio propone la necesidad de que las naciones emprendan profundas reformas de las instituciones políticas, sociales y económicas, mejoren el acceso de los pobres a los mercados (crédito, derechos de propiedad) y a los servicios y bienes básicos en especial la educación .

Asimismo, plantea que se entreguen transferencias condicionadas de ingresos a las familias pobres y apliquen políticas públicas específicas para ayudar tanto a los afro latinos como a los indígenas.

De acuerdo con la información recabada por los investigadores, el 10% más rico de la población de América Latina y el Caribe se queda con el 48% del ingreso total, mientras que el 10% más pobre sólo recibe el 1,6%.

Añade que por su parte, en las naciones industrializadas el decil superior recibe el 29,1% mientras que el 10% de menos ingresos recibe el 2,5%.

Los datos arrojados por la investigación del BM muestran que la inequidad en el país menos desigual de la región (Uruguay) es superior respecto al país más desigual de Europa oriental y los países industrializados.

En promedio, subraya el BM, la desigualdad del ingreso en América Latina ha tendido a empeorar.

El equipo de investigadores recabó datos de 20 países utilizando encuestas domiciliarias con una cobertura de 3,6 millones de personas y revisó una vasta cantidad de estudios económicos, sociológicos y políticos sobre desigualdad en América Latina. Descubrió que la desigual distribución de los recursos en la zona sigue un patrón determinado según los diferentes rasgos que tomó la colonización europea de la región.

Destaca que la raza y la etnia son los factores que determinan en forma más permanente las oportunidades y el bienestar de los individuos de esta región. Tanto los indígenas como los afrolatinos viven «en considerable desventaja respecto de los blancos», según el informe, puesto que son éstos últimos los que reciben los ingresos más altos de la región.

El estudio se centra en siete países (Brasil, Guyana, Guatemala, Bolivia, Chile, México y Perú) y revela que los hombres indígenas ganan entre 35 65% menos que los hombres blancos; la disparidad entre mujeres blancas y mujeres no blancas es similar.

En tres países donde las categorías étnicas y raciales revisten gran importancia, como Guatemala, Bolivia y Brasil, más del 50% de los hogares encabezados por hombres o mujeres blancos tienen acceso a alcantarillado, en comparación con el 30% de los hogares encabezados por hombres indígenas y el 37% de aquellos encabezados por mujeres indígenas. En Bolivia, el 63% de las mujeres indígenas tienen educación primaria o menos, en comparación con el 38% de las mujeres blancas.

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