América Latina: ¿Manzana de discordia entre China y Estados Unidos?

América Latina: ¿Manzana de discordia entre China y Estados Unidos?

Resulta insólito pero es lógico y racional. Estados Unidos está preocupado porque América Latina estrecha relaciones con nuevos “poderes imperiales”. Si Usted creía que el viejo concepto ideológico de “imperialismo” era anacrónico estará sorprendido de que quien lo ponga nuevamente en la agenda sea la potencia que ha sido acusada históricamente de intereses y actitudes imperiales en su “patio trasero”. Por esta razón es que resulta insólito, como dijimos al inicio del artículo, pero aceptémoslo como “lógico y racional” porque no pasa de ser la “alarma” de quien ha perdido un espacio crítico en la región, y ha sido así, en buena medida, porque es un escenario que ha abandonado. En verdad, aunque se ha estado manifestando desde que terminó la Guerra Fría, resulta ahora una fuerte tendencia bajo la administración Trump. RexTillerson, el secretario de estado, declaró, en tono de advertencia “solidaria”, antes de iniciar su gira por América Latina que China “se está afianzando en América Latina, está usando el poder económico para llevar la región a su órbita. La pregunta es ¿a qué precio?».
En realidad, no es secreto que las grandes potencias –ahora llamadas más “modernamente” “hegemónicas” más que “imperiales”, aunque en esencia sea la misma “vaina” – buscan y defienden intereses estratégicos. China, nuevo actor estelar, necesita mercados y suministros de insumos esenciales para la demanda de una clase media que es la más grande del mundo. Requiere además destinos absorbentes de los enormes recursos financieros de que dispone. Además, China, con un volumen económico que la sitúa como mayor economía mundial, mientras aprovecha las reglas del mercado y se expande con enorme dinamismo, aprovecha cada espacio que EE.UU. abandona. Es Estados Unidos el que se ha retirado del acuerdo comercial Transpacífico en que participan varias naciones sudamericanas y es el que amenaza con retirarse del TLC forzando a México a prestar más atención a China. Ya la región no tiene el mismo nivel de dependencia que padecía con Estados Unidos, varios países – Argentina, Brasil, Perú y Colombia – tienen al gigante asiático como primer socio comercial y en otras es el segundo. China ha multiplicado varias veces su intercambio comercial con la región y es el principal inversionista en varias naciones.
El planeta cambia aceleradamente, y no solo en lo climático, y en Estados Unidos hay elementos que no se percatan de ello – como no se quieren percatar del calentamiento global y sus consecuencias -. Para el 2030 EE.UU. será la tercera economía global superada por China e India pero seguirá siendo, y siempre será así, una economía vital. Para la región es estratégico diversificar sus vínculos para ser menos dependiente. El BID acaba de proponer que se refuercen las relaciones con India. EE.UU. no tiene otra opción que evitar las confrontaciones y prestar más atención a quienes han sido aliados históricos que necesitan disfrutar del “comercio justo” que Washington reclama al resto del mundo.