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México, (EFE).- América Latina y el Caribe aspiran a dar un paso más en su proyecto de unidad regional durante la próxima Cumbre del Grupo de Río, llamada precisamente Cumbre de la Unidad, donde además se concretarán ayudas para la reconstrucción de Haití y se debatirá sobre seguridad e inmigración.
El encuentro, que tendrá lugar los próximos 22 y 23 de febrero en Playa del Carmen, en la Riviera Maya (sureste de México), será el escenario para la presentación de dos presidentes recientemente elegidos, el de Chile, Sebastián Piñera, y de Costa Rica, Laura Chinchilla, que acudirán acompañados por sus respectivos salientes, Michele Bachelet y Oscar Arias.
El gran ausente será Porfirio Lobo, presidente de Honduras, país que no está invitado a la cita por permanecer fuera de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde el golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009.
El subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería mexicana, Salvador Beltrán del Río, explicó a EFE que México, como anfitrión, «no podía hacer caso omiso a que es un país (Honduras) que está fuera del sistema interamericano y de la OEA».
Por ello, «mientras no regrese a la OEA no le podemos invitar», aseguró el alto funcionario.
Pese a esta ausencia, la situación de Honduras centrará la atención de muchos mandatarios como la del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien defenderá que ese país sea acogido nuevamente en la OEA, afirmó hoy su portavoz, Marcelo Baumbach.
La cita contará con una fuerte asistencia de presidentes pero también con probables ausencias, como previsiblemente la del presidente de Perú, Alan García.
Asimismo, tampoco han confirmado su participación en la reunión los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez.
Un total de 24 mandatarios han anunciado su presencia en la cita que tendrá una concurrencia «histórica», según Beltrán del Río.
Durante la Cumbre, se prevén algunos encuentros bilaterales como la posible reunión entre el mandatario colombiano, Alvaro Uribe, y el ecuatoriano, Rafael Correa, para normalizar unas relaciones interrumpidas en 2008, tras el ataque de Colombia a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el país vecino.
Por su parte, el presidente mexicano, Felipe Calderón, que desea reunirse con Bachelet, y con sus homólogos panameño, Ricardo Martinelli, y el brasileño Lula da Silva, podría concretar un esperado encuentro con Raúl Castro si éste confirma finalmente su asistencia.
Lograr una mayor unidad y coordinación entre los países de América, exceptuados Estados Unidos y Canadá, será el objetivo primordial de esta cumbre, que debatirá la creación de un nuevo organismo para la región más ágil y flexible pero compatible con la OEA, según la Cancillería mexicana.
Brasil defenderá que este nuevo organismo opera «sin tutelas» de las grandes potencias y propondrá el nombre de Unión de América Latina y el Caribe.
Calderón apoyará que la nueva entidad aúne los mecanismos actuales en la región, como son el Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe.
Por su parte, el mandatario salvadoreño, Mauricio Funes, pretende que el nuevo mecanismo avance en una «ruta de acción» común entre América Latina y el Caribe.
El tema migratorio será centro del debate con la propuesta que pretende llevar a la Cumbre el mandatario paraguayo, Fernando Lugo, de establecer un mecanismo coordinado para regular los flujos migratorios.
El encuentro también podría servir para que la región concrete nuevos mecanismos de ayuda para la reconstrucción de Haití, que complementarían el fondo de cooperación de 100 millones de dólares acordado este mismo mes en Quito por los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
El Unasur además solicitó un crédito de 200 millones de dólares al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la reconstrucción del país caribeño, asolado por un terremoto el pasado 12 de enero, que ha dejado más de 200.000 muertos.
Un día antes del inicio de la Cumbre, los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) celebrarán una reunión con México para promover sus relaciones bilaterales, en la que también se analizará la ayuda a Haití y a la que asistirá el presidente haitiano, René Preval.
La reunión presidencial estará también precedida de la reunión de ministros de Relaciones Exteriores el sábado.
Al término de la Cumbre, Chile tomará el relevo en la Secretaría pro témpore del Grupo de Río.
El Grupo de Río es un mecanismo permanente de concertación política integrado por Antigua, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guayana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Montserrat, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, San Cristóbal-Nevis, San Vicente, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay, y Venezuela.
