Testigos calificaron ayer como una imprudente a la fiscal Sureli Jáquez, a quien supuestamente un agente de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) agredió porque no quiso mover su carro estacionado en la acera, en la avenida Enriquillo, del sector capitalino Los Cacicazgos. Esas mismas personas niegan la agresión y afirman que mujer fue la agresora.

Wilkins Abilas Mejía, uno de los que estuvo en el lugar, relató que el agente de Amet multaban a conductores estacionados en la acera, cuando la fiscal, quien estaba en un salón de belleza, salió alarmada.

“El Amet estaba grabando con un celular la yipeta que estaba estacionada en la acera; la imprudente es ella, porque le dijo no me grabe, y le arrebató el teléfono; ella se tiró al piso diciendo ¡ay, me diste!; hizo un escándalo, un show, y hasta se regó el pintalabios en la cara, pero el Amet lo que hizo fue poner su mano enfrente para que ella no le fuera encima. Ella tenía los rolos puestos”, sostuvo.

Contó que la servidora pública entró al salón, se quitó los rolos, después salió y empezó a llamar personas por su celular y a los pocos minutos, el lugar se llenó de policías.

Asegura que en ningún momento el agente la ofendió, pero ella sí. “Eso fue una injusticia”.

Agregó que aunque la señora sea fiscal no tiene la razón. “Inclusive, donde ella se estacionó hay un letrero que dice: no parquearse”.

Al igual que Abilas Mejía, otros testigos corraboraron esta versión.
Fiscal. De su lado, Jáquez, quien puso una denuncia, aseguró que el policía de Amet le dio una trompada y cayó al suelo. Dijo que en la cámara de seguridad de una farmacia al lado del salón, se ve cuando él la golpea.

La provocaron. La funcionaria estatal relató que el agente la grababa con su celular y fue a efectuar un montaje, diciendo cosas inciertas y a provocarla.

“Yo lo tapé con la mano y le dije que no me grabe, porque como han pasado más incidentes con Amet, que los suben a las redes”, expresó.

Detalló que su vehículo no estaba por completo encima de la acera y cuando llegaron los agentes, salió a explicarle que el salón tiene valet parking, que lo moverían. Narró que no la dejó hablar y le pidió la licencia, a lo que se negó.

“Yo sé que corresponde una multa, pero no que te den una trompada. Duré seis minutos en el piso; me puse a llorar y estaba en shock, luego llamé a un fiscal y le expliqué la situación”, expresó Jáquez.

La fiscal, quien habló por teléfono, se definió como una mujer cristiana de conducta intachable y no quiere causarle problemas a nadie, ni tampoco estar involucrada en nada.