Como un maestro, amigo, cómplice musical y literario,  una persona maravillosa e inolvidable  que no necesita una fecha precisa para ser recordado con cariño, así definió el director ejecutivo de la Fundación Corripio, Jacinto Gimbernard, al poeta Manuel Rueda en la conferencia “Las Metamorfosis de Kandal”  realizada por un aniversario más de su natalicio.

Además de Gimbernard presidieron el acto José Alcántara Almánzar y Jorge Tena Reyes, asesor de la Fundación Corripio  en el salón de actos de la Fundación,  entidad de la que Rueda fuera fundador y primer director. El tema presentado en la conferencia fue la traducción al francés  de su obra Makandal desarrollado por la crítica de arte, antropóloga, educadora y traductora Delia Blanco, quien afirma que desde que lo conoció quedo fascinada.   Previo al inicio de la conferencia José Alcántara Almánzar recordó el último tramo de la vida del poeta y sus presentaciones como pianista que cesaron el cinco de agosto de 1991, cuando interpretó por última vez en el Teatro Nacional la “Rapsodia dominicana”.