Amnistía fiscal
¿Solución para los presupuestos?

<P>Amnistía fiscal<BR>¿Solución para los presupuestos?</P>

EFE-REPORTAJES. El año 2009 fue el año de la amnistía fiscal: Italia, México, Brasil o Argentina, entre otras naciones, adoptaron esta medida como recurso extraordinario para aumentar la captación de fondos a través de las agencias tributarias.

Socialmente, este tipo de medidas no son vistas con agrado, ya que sustituyen las sanciones e intereses imponibles a quienes se han saltado la ley y no han cumplido su obligación, por un impuesto más bajo con la condición de que lo declaren. Económicamente, su resultado es altamente impredecible y variable.

Declaración voluntaria o amnistía. Richard Highfield, Consejero del Centro de políticas fiscales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), advierte de la diferencia entre una amnistía fiscal y un proceso de declaración voluntaria:.

“En los programas de declaración voluntaria, los ciudadanos y empresas son alentados a informar de obligaciones fiscales no declaradas, por las que normalmente pagan todos los impuestos debidos, pero con sanciones e intereses significativamente menores y sin la amenaza de persecución judicial”.

Así, las políticas que aplicaron Italia, Estados Unidos o Alemania en el año 2009 se adscribirían a la figura de la declaración voluntaria, no así la reforma anunciada por España, o las que acometieron Argentina o México en 2009.

En estos países, los impuestos aplicables a este dinero oculto podían variar en función de una serie de condiciones, como por ejemplo, en Argentina, si el capital regresaba al país  suponía un impuesto del 6% y  en España, un 8 %.

En Italia, por contra, todo capital declarado tributaba un 5 por ciento, además de la obligación de pagar los impuestos correspondientes al ejercicio fiscal de todo el año 2009.

Ahora el turno le toca a España, como ya ocurrió en México o Argentina, donde no se van a tomar medidas legales sobre los defraudadores que decidan regularizar su situación, y los impuestos no van a ser pagados en su totalidad.

Para la OCDE, esta política encaja con una amnistía, pero otros expertos disienten. El doctor Juan Zornoza, Jefe del Departamento de Derecho tributario de la Universidad Carlos III de Madrid (España), opina lo contrario: “No es correcto hablar de amnistía, porque no hay perdón o condonación de penas ni de impuestos, sino su sustitución por un gravamen extraordinario”.

Eficacia discutida. Al decir de los expertos, los programas de regularización extraordinaria, sean bajo la forma que sean, normalmente no alcanzan los objetivos previstos. En países como Alemania o Estados Unidos, que lo aplicaron para aumentar sus ingresos pero sin una situación del presupuesto crítica, no tiene demasiada importancia. Pero en casos como el español o el italiano, con las economías puestas en duda por los mercados, pagando intereses muy altos para vender su deuda pública y con un déficit alto, el éxito de estas medidas es vital.

El problema es que en estos procesos, comenta Richard Highfield, “es difícil predecir cómo responderán los evasores de impuestos, dada la cantidad de factores que entran en juego”. La solidez del sistema bancario, la fortaleza del mercado financiero o, simplemente, la situación económica del país, pueden hacer que los destinatarios de estas reformas se piensen seriamente acogerse a ellas.

Se entiende entonces la disparidad entre las previsiones de los gobiernos con los resultados finales. En Italia, en 2009, Giulio Tremonti, Ministro de Finanzas, proyectó la repatriación  de casi la totalidad de los 300.000 millones de euros (393.000 millones de dólares) que estaban en el exterior. Al final, el dinero que realmente volvió fue de 104.500 millones de euros (137.044 millones de dólares), de los cuales repercutieron positivamente en las arcas italianas 5.600 millones de euros (7.344 millones de dólares), según  datos de la OCDE.

Florentino Carreño, abogado y socio del bufete Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, nos apunta lo que para él es la clave del éxito del proceso: “Seguridad jurídica. Este no puede ser un proceso abierto a sorpresas. Tiene que ser de aplicación simple y dar seguridad a quien se acoge a ello”.

Algunas medidas para garantizar esta seguridad irían enfocadas a respetar el anonimato de quien se apunte y garantizarle que no vaya a realizarse un seguimiento más duro sobre sus cuentas por parte de Hacienda. En Italia, por ejemplo, la regularización se llevó a cabo de manera anónima para el fisco. 

Las claves

1. Seguridad jurídica

La clave del éxito de la amnistía fiscal para Carreño debe ser : “seguridad jurídica. Este no puede ser un proceso  sorpresa. Tiene que ser de aplicación simple y dar seguridad a quien se acoge a ello”.

2.  Evasores de impuestos

Para Richard Highfield de la OCDE: “Es difícil predecir cómo responderán los evasores de impuestos, dada la cantidad de factores que entran en juego”.

3.  Contraproducentes

Juan Zornoza apunta: “Las regularizaciones pueden ser contraproducentes, porque desmoralizan a los contribuyentes cumplidores”.

Zoom

¿Y los que pagan año a año?

Uno de los efectos colaterales de este tipo de medidas es la pérdida de confianza del contribuyente que paga con regularidad. Juan Zornoza apunta en esa dirección: “Las regularizaciones pueden ser contraproducentes, porque desmoralizan a los contribuyentes cumplidores”.

No la recomienda

La OCDE también va en el mismo sentido, y reconoce que no es una práctica que recomienden. Además, el hecho de adoptar una medida de regularización extraordinaria, nos dice Richard Highfield, “puede llevar a algunos a pensar que se repetirá en el futuro, fomentando aún más el futuro incumplimiento”.

Control exhaustivo

Precisamente por esto, la OCDE recomienda acompañar las medidas de regularización extraordinaria con un control más exhaustivo y sanciones más severas para quienes, habiendo tenido oportunidades como esta, no se hayan acogido y hayan seguido evadiendo impuestos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas