La organización divulgó su informe ‘El estado de los derechos humanos en el mundo’ de 2023, en el que enumera una serie de abusos en distintos países
Londres
Amnistía Internacional (AI) advirtió ayer, miércoles, de que el mundo está al borde del colapso del derecho internacional, por abusos reiterados de los derechos humanos y ataques frecuentes en conflictos armados por parte de Estados y grupos armados, como en la actual crisis en Oriente Medio.
La organización no gubernamental, con sede en Londres, divulgó su informe ‘El estado de los derechos humanos en el mundo’ de 2023, en el que enumera una serie de abusos en distintos países, como la represión a la disidencia, el uso ilegítimo de la fuerza contra manifestantes o las detenciones arbitrarias.
Esta ONG también advirtió de que es probable que el colapso del Estado de derecho se acelere con el rápido avance de la inteligencia artificial (IA) que, junto con el dominio de las grandes tecnologías, corre el riesgo de una mayor violación de los derechos de las personas si la regulación sigue rezagada.
En rueda de prensa en la capital británica para presentar el documento, la secretaria general de AI, Agnés Callamard, recordó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos se firmó en 1948 pensada para “todos nosotros, sin excepción alguna”, pero que ahora el mundo asiste a una “erosión del Estado de derecho por las masivas violaciones en nombre del terrorismo y la seguridad».
“El informe presenta un panorama sombrío de alarmante represión de los derechos humanos y prolíficas violaciones de las normas internacionales, todo ello en medio de una desigualdad mundial cada vez más profunda, superpotencias que compiten por la supremacía y una crisis climática en aumento”, consideró.
El informe hace especial mención a los conflictos armados, al indicar que la vulneración del derecho internacional humanitario, también conocido como “leyes de la guerra”, ha tenido consecuencias devastadoras para la población civil.
En muchos conflictos armados, las fuerzas gubernamentales han lanzado ataques terrestres y aéreos contra zonas pobladas utilizando armas con un radio de acción amplio, mientras que el racismo ocupa un lugar central.
En concreto, la crisis en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados está vinculada a una forma extrema de discriminación racial, puntualiza AI.