“Amor al bel canto”, un recital para recordar por calidad de los artistas

“Amor al bel canto”, un recital para recordar por calidad de los artistas

El “bel canto”, el canto bello y florido, se dejó escuchar en la Sala de la Cultura “Aida Bonelly de Díaz, en un entrañable recital ofrecido por la soprano Paola González y el tenor Emmanuel Vargas y en el que participó como invitado especial el barítono Eduardo Mejía.

Independientemente del origen del término italiano, como dijera el gran tenor Alfredo Kraus: “El bel canto es cantar bien. Todo es belcanto, todo hay que cantarlo bien”.

Precisamente el bien cantar, fue la premisa del recital, lograda por nuestros jóvenes líricos, quienes mostraron además del talento innato que poseen, todo lo que se puede alcanzar a base de dedicación y estudio.

El bien escogido programa incluyó arias operáticas y canciones de arte; inició la primera parte Paola González con la bella canción de Julio Alberto Hernández “Ya no te amaba”, luego interpretó “Apparition” de Claude Debussy y concluyó con la “Canción del Ruiseñor” de la zarzuela “Doña Francisquita”, en la que emula bellamente los gorjeos del ave cantora. Emmanuel Vargas por su parte, interpretó “L’ultima canzone, de Paolo Tosti, “Dein ist mein ganzes Herz” de la opereta “El país de las Sonrisas” de Franz Léhar, y de la zarzuela “Luisa Fernanda” de Moreno Torroba, la bellísima romanza “De este apacible rincón de Madrid”.

La segunda parte. Inició con el dueto de Fígaro y Rossina “Dunque io son” del primer acto de la ópera “El Barbero de Sevilla”, de Rossini, interpretado por Paola González y el barítono Eduardo Mejía. Nos resultó muy satisfactorio escuchar a Mejía, y comprobar que conserva su voz en excelentes condiciones. Otro dueto bellamente logrado es el de “Au fond du temple saint” de la ópera “Los Pescadores de Perla, en el que intervienen el tenor y el barítono –Vargas y Mejía.

En el dueto “Chi il bel sogno di Doretta” del primer acto de la ópera “La Rondine”-La Golondrina- de Giacomo Puccini, Paola como es propio en los recitales, interpreta el solo de la soprano, con el que alcanza su momento más alto.

Paola ha madurado, a su bello timbre de voz hay que adicionarle el perfecto dominio de la técnica que le permite el manejo del “legato” habilidoso, el canto florido y el virtuosismo vocal. Además, Paola posee una gran capacidad interpretativa.

El tenor Enmanuel Vargas nos sorprendió, el avance mostrado por este joven de hermosa y potente voz es impresionante. En el aria del Duque “Ella mi fu rapita” del segundo acto de Rigoletto, consigue su mejor y más acabada interpretación de la noche. En el dueto “Vogliatemi bene” del primer acto de la ópera “Madame Butterfly” de Puccini, las voces de Emmanuel y Paola en perfecta sintonía, expresan todo la ternura y romanticismo de los desdichados amantes. Un magnífico cierre del programa.

Pero los aplausos prolongados del numeroso y selecto público allí presente, llevó a los artistas a un “encoré”. Eduardo Mejía y la soprano Pura Tyson, en calidad de “mezzo”, se unieron para conformar el famoso cuarteto del tercer acto de la ópera Rigoletto de Verdi. Las emociones de los cuatro personajes verdianos, tan opuestamente diferentes, son transmitidas por estos artistas que finalmente, fusionan sus voces en un todo exquisitamente contradictorio. Concluyó así esa noche inolvidable.

Destacable. Un punto a resaltar -vital en todo recital- fue el acompañamiento musical brindado por la pianista, profesora María de Fátima Geraldes. Felicitamos a nuestros jóvenes líricos, Paola y Emmanuel quienes se encuentran perfeccionándose en el extranjero, al tiempo de desearles muchos éxitos en sus prometedoras carreras.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas