“Cualquiera que sea la pregunta, la respuesta es el Amor. 

Cualquiera que sea el problema, la respuesta es el Amor. 

Cualquiera que sea la enfermedad, la respuesta es el Amor. 

Cualquiera que sea el dolor, la respuesta es el Amor. 

Cualquiera que sea el miedo, la respuesta es el Amor. 

El Amor es siempre la respuesta, porque el Amor es todo lo que existe”.

Madre Teresa de Calcuta

Para algunas personas amar es lo natural. Sin embargo, otras hemos tenido que cultivar el amor, sorteando grandes desafíos. Desde que tengo memoria, el amor ha sido una tarea para mí. La palabra tarea viene del árabe رحة (tariha) que significa asignación o trabajo. El tiempo que le he dedicado a la sanación de mis heridas de amor me ha llevado a ser vista como una fuente de referencia.

Hace unos días, hice una charla por Zoom que llevaba el nombre de este artículo, inspirada en la mirada del amor de Teresa de Calcuta, monja católica de origen indo-albanés. Después de hora y media intercambiando ideas, acerca de la propuesta de transformarnos desde el amor que ofrezco en Love Vision, quedaron muchas preguntas sin contestar y ofrecí responderlas por esta vía. Voy a resumir lo compartido y luego responderé algunas de las inquietudes.

El amor es lo que ocurre en nosotros cuando elegimos apreciar lo bueno. Es una manera de mirar, sin juicios, sin críticas y sin miedos, sabiendo que todas las relaciones que sostenemos son un camino de retorno a Dios.

Amor = presencia + belleza

Quien está presente mira lo bueno, entonces lo natural es que surja la belleza. Cuando la presencia y la belleza se juntan, el resultado es el amor.

A la mayoría nos enseñaron el amor condicionado, que nos hace pensar que debemos ser de una determinada manera para ser dignos de amor. Cuando nos acercamos al amor fragmentados, generamos dependencia hacia el otro.

Si tu ser no es amado y valorado por ti, cuando das a los demás en realidad estás pidiendo. Si no sientes amor por ti mismo, tampoco puedes entregarlo a los demás.

El malestar habla de la falta de amor. El amor siempre provoca bienestar.

El amor se vuelve decepción cuando esperamos más del otro de lo que es posible.

Si no puedes dar amor, tampoco puedes recibirlo.

Juzgar es la forma más violenta de repudiar el amor. Los demás son un espejo.

Es necesario que mantengamos la mirada enfocada en el amor, hasta que seamos el amor en acción.

El amor pequeño es manejado por el ego. El Amor con mayúscula tiene su origen en la grandeza de nuestro espíritu.

La pareja es una invitación a crecer.

Todas las relaciones tienen sentido.

Cuando nos encontramos vibrando en un estado de amor atraemos toda clase de bien.

El lenguaje del Amor es la alegría y su expresión es la libertad.

El Amor es la fuerza que nos conecta con la intención universal.

El Amor es una frecuencia.

El Amor es un misterio.

El Amor es un despertador de la consciencia.

El Amor es milagroso.

El Amor es eterno.

El Amor es lo único real.

El amor es un acto de fe. El que tiene poca fe también tiene poco amor.

El amor es la respuesta a todas las dudas. Sé amor.
P: ¿Cómo puedo lograr que mi pareja se interese por estos temas?
R: Cuando hayas reconocido lo que vales y lo bueno que eres no tendrás necesidad de que los demás apoyen y refuercen tu valor, respondiendo a tus demandas. Si estás seguro de ti mismo y tienes confianza en quien eres no querrás ni necesitarás que los demás sean como tú. Cuando logras amarte a ti mismo exactamente como eres, también eres capaz de amar a los demás como son.
P: ¿Cómo dejar que los demás sean quienes son?
R: Muy sencillo, amándote a ti mismo. Sintiendo que eres valioso, hermoso e importante. Entonces podrás reconocer que el otro es valioso, hermoso e importante igual que tú.
P: ¿Y qué haces cuando la relación te seca por dentro?
R: La relación no nos hace nada, solo pone en evidencia lo que estaba oculto.
P: ¿Qué pasa cuando en una relación siempre reaccionamos en la defensiva, o siempre hay crítica y desvalorización?, ¿debo quedarme hasta sanar o conocerme hasta que ya no siento más dolor y dependencia?
R: El ataque solo puede provenir del ego. El ego usa el miedo y la violencia como forma de vinculación. Una premisa que usamos en Love Vision es: si duele no es amor.

En una ocasión una clienta me dijo que cómo le podía decir que no amaba a su pareja. Lo que nos duele es la ilusión de amar. La ilusión nos conduce a la decepción y eso duele mucho. Jodorowsky escribió una vez que “el cirujano corta lo que no pudo sanar”.

La única manera de dejar una relación es reconocer que el dolor no proviene de lo que hace la otra persona, sino de lo que me hago yo a mi mismo usándola a ella. Entonces, si me separo lo hago desde la responsabilidad, en vez de hacerlo desde la victimización.

Un curso de milagros dice que hay dos formas de responder: con amor o con miedo. Lo que es amado no puede ser temido, ni lo que es temido puede ser amado.
P: Entonces, ¿amor de pareja es dar libertad al otro?
R: La libertad es el fruto del amor, no solo en la relación de pareja, sino en todas las relaciones.
P: ¿Cómo has logrado ver el amor como algo bueno?
R: No siempre fue así. En una época de mi vida sufrí tanto, por lo que creía era amor, que en varias ocasiones quise morir. No encontraba el sentido de lo que me ocurría. Pak Subuh, creador de Subud (abreviatura de las palabras Susila, Budhi, Dharma), una filosofía que nos ayuda a seguir la Voluntad de Dios, dijo: “Sufres porque quieres ser más rápido que Dios…». A mis 40 años conocí las terapias sistémicas y en ellas encontré un camino que además de ayudarme a sanar, me ha ofrecido una manera de ayudar y servir a los demás.
P: ¿A qué te refieres cuando hablas del amor con A mayúscula?
R: Al amor que se desidentifica de la materia, y del dolor que se crea por la separación, para escoger la identidad en el Ser espiritual que mora en nuestro interior y nos conecta con lo verdadero y eterno. Este amor no es sentimiento, es consciencia. Se experimenta en forma de bienestar, gozo y paz.

P: ¿Qué se debe dar en el amor?R: Voy a responder con un pensamiento de la madre Teresa de Calcuta: “El amor intenso no mide, sino que simplemente da”. ¿Quién es el mayor dador? ¡Dios! Todas las relaciones existen para apresurar nuestro camino de regreso a Él.