A juicio de Manuel Mota, primer dominicano nombrado Jugador Más Valioso en una Serie del Caribe y ganador de dos coronas de bateo, la clave para tener una participación exitosa en el clásico caribeño es dejar los egos a un lado y que el deseo por el éxito colectivo sea el común denominador de los que formen parte del equipo que represente la República Dominicana en ese evento.
“Todos los jugadores que nos representaron durante las Series del Caribe de la cual fuimos compañeros de equipo fueron muy valiosos porque brindaban armonía, perseverancia y al mismo tiempo eran personas dedicadas y entregadas a su profesión”, sostuvo.
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En 1971, el jugador-mánager de los Tigres del Licey, Manuel Mota, ganó los honores de mánager invicto, jardinero central del equipo Todos Estrellas, líder de bateo, triples y Jugador Más Valioso.
El promedio de bateo de Mota en la Serie del Caribe fue de un astronómico. 579. Dos años más tarde, en la Serie del Caribe de 1973, Mota obtuvo el título de bateo con un astronómico promedio de .500.
Mota formó parte también del equipo del Licey que ganó invicto (6-0) en la Serie del Caribe de 1977.