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Siete años después del comienzo de las obras, se prevé que la ampliación del Canal de Panamá estará por fin concluida en diciembre de 2015.
Según la Autoridad del Canal de Panamá, la obra total está cerrada en un 78% y sólo resta un 27% para terminar el diseño y producción de las esclusas que permitirán el tránsito de barcos más modernos y de mayores dimensiones.
En un principio se esperaba que la ampliación de la gigantesca vía que conecta los océanos Atlántico y Pacífico estuviera operativa en 2014. Pero hace dos años la fecha se retrasó hasta junio de 2015 y, desde el pasado mes de enero, las disputas por los sobrecostes del proyecto y una huelga de trabajadores retrasaron aún más su conclusión.
La batalla entre ambas partes estalló cuando el Grupo Unidos por el Canal, formado por la empresa española Sacyr; Impregilo, de Italia; la belga Jan de Nul; y Constructora Urbana de Panamá, advirtió a la Autoridad del Canal de Panamá de que se vería obligada a interrumpir la construcción si no se le abonaban los sobrecostes de 1.600 millones de dólares en los que había incurrido desde 2009, año en el que se adjudicó el contrato de ampliación. La autoridad rechazó el ultimátum y se inició una amarga fase de negociaciones que fructificaron en la rúbrica de un acuerdo de entendimiento el pasado mes de marzo.
Este pacto suponía que cada una de las partes aportaría 100 millones de dólares. El consorcio se encargaría además de buscar otros 400 millones de un crédito garantizado por Cesce y Zurich.
A cambio, la Autoridad del Canal de Panamá acordaba no reclamar el reembolso de 780 millones en anticipos hasta el año 2018, fecha en la que se espera que estén resueltas la mayoría de las reclamaciones y en la que termina la fase de mantenimiento de la obra.
Sobre la base de aquel pacto, el acuerdo alcanzado la semana pasada, las bases definitivas para cofinanciar la megaconstrucción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, un proyecto que actualmente se encuentra de nuevo a pleno rendimiento.
Después de un lustro de intensa actividad, estos trabajos se encuentran en una fase muy avanzada.
La importancia de estas obras reside en que, un siglo después de su inauguración, las proporciones del Canal de Panamá se han quedado anticuadas. Así, la vía permite el paso de los llamados Panamax navíos con 294 metros de eslora, 12 de calado y 32 de ancho, como máximo, pero no de buques más grandes, como es el caso de algunos superpetroleros y de los grandes barcos contenedores. La ampliación consiste en la construcción de un nuevo juego de esclusas de mayor tamaño, formado por dos complejos de tres cámaras cada uno.
