WASHINGTON. AFP. El Departamento estadounidense de Seguridad Interna (DHS) anunció ayer la ampliación de un centro de detención de inmigrantes en situación irregular, en medio de protestas de entidades defensoras de los derechos de los emigrantes.

El Servicio de Inmigración (ICE) anunció la expansión de las capacidades del llamado Centro Residencial para Familias en Dilley (Texas, centro-sur) ya en el mes de diciembre, para recibir fundamentalmente mujeres y niños inmigrantes que aguardan una solución a su situación.

La ampliación del centro de detención en Dilley ocurrirá en sintonía con el cierre del famoso centro de detención de inmigrantes de Artesia, en el estado de Nuevo México. Las mujeres y niños en Artesia serán transferidos a Dilley, en una fecha no precisada.

El director del ICE, Thomas Winkowski, dijo que el centro de Dilley podrá recibir hasta 2,400 personas. «Estas instalaciones garantizarán la remoción oportuna y efectiva para hacer cumplir nuestras obligaciones legales e internacionales, además de contener a otros que quieran iniciar un viaje peligroso para ingresar ilegalmente a Estados Unidos», expresó.

Los organismos de defensa de los derechos de los inmigrantes expresaron su indignación ante la continuidad de la política de detención de mujeres y niños. «Es ofensivo que Estados Unidos haya institucionalizado la práctica de la detención de familias», dijo Ben Johnson, director ejecutivo del Consejo Estadounidense de Inmigración.