Hoy 
POR R. GONZALEZ
La Procuraduría General de la República ampliará el centro de corrección y rehabilitación de Monte Plata para aumentar la capacidad de internos de 280 a 380, debido al impacto positivo por la regeneración de las personas que guardan prisión en dichas instalaciones.
El procurador general de la República, doctor Radhamés Jiménez Peña, visitó ayer el centro de Monte Plata donde constató una serie de actividades productivas en las que están involucrados los internos.
Los recluidos producen diversos vegetales y hortalizas, y tienen una producción de chinolas, asì como una panadería. Igualmente, los internos laboran en una granja porcina.
Es importante que los internos de un centro penitenciario tengan sus mentes ocupadas en actividades productivas que generen productos que sirvan para el sustento de ellos y de la misma comunidad de sus alrededores, dijo el procurador general.
Internos de este centro de Monte Plata se le acercaron y le expresaron que ya no habitan en una cárcel de animales, sino en un centro de rehabilitación para seres humanos donde buscan corregir sus faltas.
El procurador general les manifestó que desde que asumió la posición, asumió como reto llevar dignidad a las cárceles del país. Exhortó a los internos a mantener un buen comportamiento y asimilar positivamente las enseñanzas en las diferentes en el centro penitenciario. Durante el recorrido Jiménez Peña estuvo acompañado del director de Prisiones, general Juan Ramón de la Cruz Martínez, de la Policía Nacional.
Dijo que la ampliación de este centro contará con las características necesarias de centro de corrección y rehabilitación para formar parte del nuevo modelo penitenciario.
Jiménez Peña dijo que la Procuraduría General de la República trabajará concomitantemente en la reconstrucción de las cárceles de San Francisco de Macorís, Salcedo y San Pedro de Macorís, Najayo Hombre y la ampliación de Rafey Mujeres para completar 14 de 35 centros dentro del nuevo modelo penitenciario.
Dijo que esa institución, a través de la Dirección General de Prisiones y de la Escuela Nacional Penitenciaria ofrece las garantías de respeto a los derechos humanos de las personas privadas de libertad.
En el nuevo modelo penitenciario se da prioridad a que el interno o recluso se rehabilite a través del aprendizaje en talleres de ebanistería, costura, mecánica, panadería y otros. Cada interno dispone de su cama y recibe servicios médicos, psicológicos y odontológicos.
Esta es una verdadera obra que se está realizando a favor de las personas privadas de libertad que han cometido diversos delitos, han fallado a la sociedad, pero merecen una oportunidad y nosotros vamos a cambiar radicalmente la indignidad en las cárceles, expresó el procurador Jiménez Peña.
