Jima Abajo, Rincón, La Vega. Una palabra mal intencionada de gente burlona del pueblo hizo que Ana Iris Cáceres se jurara a sí misma ser diferente, aún en medio de la extrema pobreza que la rodeaba.

Hoy, tras ser galardonada por el Despacho de la Primera Dama con el Gran Premio Madre Ejemplar del país, Ana Iris quiere recargar las energías para ser un ente inspirador de todas las mujeres que creen que solas no pueden lograr que su familia eche hacia adelante y decirles que el poder ésta en las manos de cada una.

“Este premio quiero dedicarlo a todas las mujeres que están luchando solas. Que este premio sirva para decirles que nosotras somos las capitanas del barco y que si soltamos el timón, el barco se hunde. Necesitamos ser fuertes, seguras, no vendernos al mejor postor e inspirar respeto y humildad, porque solo así podemos poner un cese a la violencia en el hogar y contribuir con la erradicación de la delincuencia en el país”.