Ana Simó “Lo más difícil fue cuando perdí a mi hija”

Ana Simó “Lo más difícil fue cuando perdí a mi hija”

Ser madre es uno de los roles que Ana Simó más disfruta. Tras el nacimiento de su primogénito Juan su vida ha cambiado para bien y la experiencia ha sido gratificante. Él es su fuente de inspiración y, además, tiene el mérito de sacar lo mejor de ella.

“Yo amo ser madre. A pesar de mi trabajo, él es mi prioridad. Me ha hecho ser una mejor mujer y tratar a los demás con más respeto y dignidad. Es un don hermoso ser mamá”, afirma la conductora del programa radial “Consultando”.

La doctora Simó define de “i mpactante” lo que Juan -quien recientemente cumplió cinco años y lleva ese nombre en honor a su abuelo materno- ha hecho en su vida. Ella puede llegar a casa “abatida” después de una jornada dura de trabajo pero todo ese cansancio se olvida cuando su hijo con una cálida sonrisa y un abrazo tierno le dice: “Te amo, mami” o simplemente le regala un dibujo.

“Eso cambia mi mundo, y me hace ver que vale la pena vivir la vida”, reflexiona mientras señala que el tiempo que le dedica a Juan no lo negocia con nada. Su deseo es que su niño sea mejor que ella. Por tal motivo se ha dedicado a predicar con palabras y acciones.

Esto incluye ser agradecido, respetar a los demás, dar gracias a Dios por lo recibido y amar.

El nacimiento de su hijo ha sigo tan maravilloso que la ha hecho asumir un compromiso social con los enfermos de trastornos mentales y con los adolescentes.

“Mi hijo me ha llevado a entender que todo no puede ser lo económico. Tu profesión debe de ir acompañada de esa fibra emocional para que puedas dormir en paz”. Un trago amargo.

En la vida de Ana Simó no todo ha sido felicidad. En ella aún subyace indeleble aquel trago amargo que debió enfrentar al ver morir a su bebé María Isabella cuando apenas tenía tres días de nacida. Casi dos años han discurrido y esta prueba tan dura que le puso la vida aún no ha sido superada por completo.

El dolor fue tan intenso que incluso le reclamó a Dios la pérdida de su niña. “Hasta ahora este (perder a su hija) ha sido el momento más difícil. Fue un momento de mucho crecimiento porque en el dolor es que se crece”, dijo Ana, quien se pudo en manos de una terapeuta en duelo para poder superar el dolor.

Aunque María Isabella no está físicamente con ella, su presencia sigue intacta. Su familia habla de la bebé, ella tiene fotos de la nena y Juan pregunta por su hermanita. “Después de esta pérdida amo más el ser madre y respeto a una persona con dolor”.

Ana tiene fe en que podrá tener más hijos. Se siente más lista para ello. “No creo que un nuevo bebé vaya a sustuir a la anterior pero sí que me gustaría tener otro”.

Ana Simó afirma que el ser madre la hecho más frágil, la ha sensibilizado, es más humana y respeta más sus pacientes.

ZOOM

La crianza

Relación de los padres

Ana Simón considera que si el  vínculo entre los padres está en un buen punto y es buena esto contribuye a que los hijos sean buenas personas, pues “los muchachos son el resultado de la dinámica de la pareja”.

Rituales

La terapeuta dijo que junto a su pareja desarrolla una serie de rituales que benefician a su hijo como son la hora del almuerzo, llevar al colegio al niño o irlo a buscar y su hora de ir a la cama. Además de su esposo, ella cuenta con el apoyo de Sarapia Carmona, la nana de Juan.

 Horarios

Como madre, Ana le ha enseñado a su hijo que cada cosa se hace en el horario establecido.

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