Añadidos y remiendos

Añadidos y remiendos

La historia del pensamiento occidental es una colcha de retazos, con muchos remiendos y añadidos; una casa vieja en la cual numerosos inquilinos han ido haciendo reformas. El pensamiento filosófico avanza pequeños tramos, con extraordinaria lentitud. A veces, se detiene completamente. Las interrupciones del pensar pueden durar largo tiempo; hasta que alguien se atreve a agregar una “extensión”, un trocículo, a lo dicho por los filósofos del pasado. Ortega ha escrito que el error es la interrupción de “la serie dialéctica” en un punto determinado. Sostiene que la “razón histórica” se alimenta del pasado y continúa esa serie razonadora. Por eso, “toda superación es conservación”. Las ideas nuevas, aquellas que creemos superan las viejas, en realidad las incluyen como verdades parciales.
Un peldaño lleva a otro, aunque en ocasiones sea preciso bajar varios escalones para “corregir” la estructura de la escalera misma. La filosofía moderna –Descartes, Kant- nos llevó a lo que llaman el “primado del sujeto”. El sujeto es quien conoce; y las cosas, en tanto que conocidas, deben adaptarse a su retícula cognoscitiva. La filosofía moderna es, primariamente, teoría del conocimiento. No es como la filosofía antigua una averiguación ontológica. La gnoseología moderna, o teoría general del conocimiento, se ha convertido en epistemología, en teoría de los métodos de investigación científica.
Todo lo que se investigue por medio de razonamientos y experimentos, a la hora de ser transmitido o comunicado, tendrá que valerse del lenguaje ordinario. Y ahí han entrado los lingüistas; nos dicen, entre otras cosas, que el pensamiento está condicionado por el lenguaje. La intrusión de los lingüistas tiene un lado ruinoso y otro enriquecedor. El pensamiento se expresa a través del lenguaje; pero; además, pensamos con el lenguaje y desde el lenguaje.
No entraremos en el intrincado asunto titulado “pensamiento y lenguaje”. En su lugar haremos una pregunta: ¿cómo operan los valores en el ser del hombre? De los valores éticos, estéticos, religiosos, no puede decirse que son, pues no tienen existencia corpórea. Los valores no son; solamente valen; tienen relación con personas, pero no son objetos, ni personas. Únicamente los hombres estiman valores –bien, justicia, belleza-. Axiología no es ontología. ¿Cómo penetran estos valores en el ser del hombre?

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