Análisis de Oriente Medio, rápido y furioso

Análisis de Oriente Medio, rápido y furioso

NUEVA YORK.– Cuando un grupo insurgente iraquí da a conocer una nueva videocinta o se responsabiliza de un ataque, los reporteros occidentales en Bagdad rara vez lo oyen de primera mano. Ni regularmente reciben la noticia de sus traductores iraquíes internos. Más bien, un reportero a menudo recibe una alerta enviada por correo electrónico por un supervisor del terrorismo con alto contenido de cafeína que permanece sentado ante una pantalla de computadora en algún lugar de la Costa Este de Estados Unidos.

A las pocas horas, una constelación de otros analistas cercanorientales ha emitido interpretaciones — algunas de ellas contradictorias — y una riqueza de material contextual.

Los terroristas han estado usando tanto el Internet que los supervisores a menudo saben tanto o más sobre sus comunicaciones que los oficiales militares o agentes de espionaje.

El papel que los sitios de Web de los terroristas pueden desempeñar en esta guerra fue claro el 7 de junio, cuando varios de ellos publicaron obituarios por Abu Musab al-Zarqawi, y al hacerlo disiparon toda duda sobre los informes de las fuerzas armadas estadounidenses de que sus tropas habían matado al líder de Al Qaeda en Irak.

Los periodistas en Irak están demasiado ocupados con los peligros de reportear en el terreno para sentarse ante las pantallas durante horas revisando el tráfico de Internet terrorista. Esa es la razón de que la nueva formación de expertos en Internet se haya vuelto una fuente de indicios tan esencial para ellos. Ha surgido toda una nueva mini-industria de traducción y análisis instantáneos, y a menudo erosiona las distinciones tradicionales entre expertos en política exterior con credenciales y meros aficionados.

 Algunos de los grupos son equipos bien conocidos y generosamente financiados como el Instituto de Investigación de Medios de Oriente Cercano, o Memri por sus siglas en inglés, cuya función primaria es traducir medios árabes y musulmanes.

Pero entre los mejor informados están empresas de una sola persona: un arabista motivado con una computadora al lado de su cama. Tienen acceso a sitios de Web terroristas, en ocasiones haciéndose pasar por terroristas, y traducen comunicados y charlas jihadistas que de otro modo no estarían disponibles. Otros escriben blogs, traduciendo y comentando sobre el terrorismo y la política en general.  La mayoría de estos analistas son desconocidos para el público lector. Pero eso está cambiando. El mes pasado, el perfil de Rita Katz, fundadora del Instituto SITE, fue publicado en The New Yorker. (Un sitio de Web terrorista que su grupo monitorea rápidamente incluyó una enlace al artículo.)

  Y Juan Cole, historiador de la Universidad de Michigan con un blog sobre Irak y Oriente Cercano, se vio involucrado en una disputa sobre una traducción de un comentario del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad. Muchos sintieron que el comentario era una amenaza directa a Israel, pero Cole no.

Para los reporteros, toda esta investigación e interpretación independiente es un nuevo recurso bienvenido. Pero como los dragomanes del siglo XVII que fueron los primeros traductores oficiales entre el mundo islámico y Occidente, los analistas a menudo están en desacuerdo entre ellos mismos, dejando a los periodistas con sus propios desafíos interpretativos.  “Ahora el problema es casi de sobrecarga de información”, dijo Gregory Gause, director del programa de Oriente Medio de la Universidad de Vermont. “¿Cómo elige uno entre esa variedad de intérpretes?” Aunque las diferencias en traducción pueden ser un tema de discusión, el principal desacuerdo entre los intérpretes es regularmente sobre la selección: ¿Qué textos vale la pena destacar? ¿Cuáles son importantes?

En este frente, Memri, el mayor servicio de traducción, quizá haya provocado más críticas. Fue fundado en 1998 por el coronel Yigal Carmon, quien había pasado más de 20 años en el espionaje militar israelí y posteriormente asesoró a dos primeros ministros israelíes. Su personal de 60 miembros analiza medios árabes y musulmanes y envía traducciones por correo electrónico a 100,000 suscriptores, incluidos periodistas y funcionarios. Los críticos han dicho que se enfocan en traducir el material que suena más peligroso.

“Dicen que destacan las voces liberales junto con los radicales peligrosos, lo cual está bien”, dijo Marc Lynch, experto en política árabe del Williams College que ha criticado al Memri en su propio blog, Abu Aardvark. “Pero lo que oculta es todo el terreno medio, donde sucede la mayor parte del debate político en el mundo árabe”.

Carmon, en una entrevista telefónica, restó importancia a esta crítica, señalando que Memri ha extendido sus traducciones inmensamente a lo largo de los años, y ahora destaca las opiniones reformistas árabes. Algunos otros grupos de análisis se enfocan casi exclusivamente en el terrorismo. Incluyen el Proyecto para la Investigación de Movimientos Islamitas, fundado en 2002 por Reuven Paz, quien también es israelí; el Centro para la Investigación del Terrorismo con sede en Virginia, fundado en 1996; y la Fundación Jamestown, fundada durante la Guerra Fría para estudiar las sociedades totalitarias pero que ahora se enfoca en el terrorismo.

  Otros son más nuevos en el campo; insurgentes, si se quiere. Katz, ex protegida del investigador del terrorismo Steven Emerson, fundó el Instituto SITE después de los ataques del 11 de septiembre. En los dos últimos años, conforme los grupos insurgentes iraquíes han dependido más del Internet, a menudo ha sido la primera en ubicar y traducir sus comunicados. Otros investigadores siguieron el ejemplo: Evan F. Kohlmann, que había trabajado para Katz, se separó y creó globalterroralert.com. También contribuye al Counterterrorism Blog, un sitio antiterrorista iniciado en 2005 donde otros expertos también publican artículos. Aunque algunos analistas mediorientales más antiguos dicen que estos cazadores de terroristas independientes pueden ser alarmistas y dar demasiada importancia a los sitios de charla, los analistas de Internet más recientes a menudo dicen que el gobierno no fue lo suficientemente alarmista antes del 11 de septiembre. Algunas de las disputas más fuertes tienen lugar entre los bloggers, quienes tienden a hacer menos traducción y más análisis político. Cole, firme crítico de la guerra de Irak y de la comprensión que tiene el gobierno estadounidense de Oriente Medio, ha inspirado a una gama de feroces críticos. Algunos, como los bloggers Martin Kramer y Tony Badram, sostienen en ocasiones un recuento activo virtual de sus diferencias con Cole, bajo títulos como “Making Cole-Slaw of History” (Haciendo Ensalada de Col de la Historia) y “Juan-Cology” (Juan-Cología).  Otro influyente blog sobre Oriente Medio, Syria Comment, ha provocado críticas similares entre los bloggers que afirman que su autor, Joshua Landis, es demasiado suave con el régimen de Bashar al-Assad. Badran ahora escribe un blog, Syria Monitor, que destaca la oposición siria y describe a Assad como un autócrata cruel.

¿Cómo este Babel de expertos afecta a la forma en que se percibe a Oriente Medio? Es difícil de decir. Pero algunos argumentan que más voces sólo puede ser bueno. “Uno puede cuestionar lo que eligen traducir, o sus políticas”, dijo Gause. “Pero pienso que finalmente entre más se haga del dominio público, mejor”.

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