Quizás por las temporadas por debajo a lo que al inicio de su carrera acostumbró, mucha gente no ha puesto en su justo lugar al toletero dominicano Albert Pujols.
Esta temporada, el primera base de los Angelinos de Los Angeles superó los 600 cuadrangulares y recientemente se convirtió en el jugador nacido fuera de Estados Unidos con más cuadrangulares en toda la historia al superar los 609 de Sammy Sosa.
Pero al mismo tiempo, Pujols ha acumulado 112 imparables en la temporada de 2017 y según su ritmo de producción, acumularía 24 más en la campaña.
Eso dejaría su total de por vida en 2,961, necesitando 39 para llegar a los 3,000 temprano en la campaña de 2018.
Esta misma semana, Pujols admitió que está pendiente de sus números, de lo que los mismos implican y cómo él mismo se ve como pelotero.
Quizás en público no valorará cada uno de sus logros, ya que no es tan estrafalario como para hablar de sí mismo de esa manera, pero no hay dudas de que estamos viviendo la era de una leyenda.
Ciertamente, las lesiones han golpeado radicalmente a Pujols y ya no es el mismo de los años de San Luis, pero sigue siendo un importante productor tanto de cuadrangulares como de carreras, solo detrás de Mike Trout en su propia organización.
Degeneración en RD
Lamentablemente, nuestro país se ha convertido en una cuna de malas noticias, motivadas generalmente por un factor común que corroe las entrañas de prácticamente todo en nuestra nación: la falta de consecuencias.
Hemos perdido el nivel de asombro ante situaciones que antes parecían inimaginables y que hoy son el pan nuestro de cada día.
El caso más reciente de la adolescente embarazada por un mayor de edad y que hasta ayer en la tarde se presumía muerta, asesinada por quien se decía su novio aunque bajo la ley podría haber sido perseguido como violador de menores, es apenas uno de muchos.