El NY Times reportó ayer que David Ortiz es otro de los jugadores que dieron positivo a esteroides en las primeras pruebas que se realizaron en el 2003 poco antes de que se estableciera el programa de dopaje de las mayores.
Lo que no me puedo explicar es cómo David Ortiz sabiendo eso (porque todos los que dieron positivo ese año fueron informados al respecto) emitió comentarios tan críticos hacia los usuarios de sustancias para mejorar el rendimiento.
Hace apenas tres meses Ortiz apareció en la prensa de Boston diciendo que aquellos que fueran atrapados consumiendo debían ser suspendidos por una temporada completa.
Lo malo no es que diga eso, sino que sabiendo cuál era su situación eligiera no admitirlo y mejor cuestionar a aquellos que sí lo habían hecho para ahora enfrentar la presión de una voraz prensa de Boston que le hará la vida imposible por haber pecado al usar esteroides.
El sindicato debe revisarse
El sindicato de peloteros de Grandes Ligas debe revisarse muy bien por el mediocre manejo que le ha dado a todo este tema.
De hecho, deberían tratar de entablar una demanda billonaria (sí, me refiero a mil millones por lo menos) contra la institución que tiene en su poder el listado y que ha permitido que el mismo se filtre.
¿Cuál es esa institución? La autoridad federal en California que allanó el laboratorio donde se encontraban las pruebas.
¿Por qué una demanda?
Muy simple, una corte federal ordenó que la lista quedara sellada, o sea, que no podía ser divulgada.
Pero por lo visto alguien se está haciendo muy rico soltando nombres sonoros como cuentagota.
¿Por qué solo dominicanos?
Yo no soy de las personas que cree en persecuciones ni nada por el estilo.
Pero tampoco creo en coincidencias.
De tres jugadores que han sido mencionados de la lista, todos son dominicanos.
Eso no es una simple coincidencia. Sí, es verdad que habrá muchos más criollos entre esos 104, pero desde hace mucho se habla de una campaña orquestada para hacer parecer que el problema de los esteroides es exclusivo de la República Dominicana.
Tomen como ejemplo todo lo que se ha dicho en materia de control farmacéutico en el país y hasta Rafael Palmeiro embarró a un dominicano (Miguel Tejada) cuando dio positivo.
Ojo con eso. El problema es que aquí no tenemos instituciones.