Hoy es día de Nochebuena y realmente preferiría escribir de otra cosa que el tema que pienso tocar hoy.

Pero la consistencia que tiene la Liga Dominicana de Béisbol y los seis presidentes de equipo para meter la pata me hacen tocar un tema odioso.

Ayer fue celebrado el primer sorteo de nativos de equipos descalificados y el de importados que ya se había efectuado en un pasado reciente.

Tal y como fue anunciado, el evento inició alrededor de las 10 a.m. Pero oh, sorpresa, a la prensa no se le permitió acceso para la actividad.

Quizás en este momento, si no tuviera conocimiento de causa, estuviera despotricando sobre el presidente de la Liga, el doctor Leonardo Matos Berrido, quien ha cometido fallos nefastos para la institución en el pasado reciente.

Pero como los representantes de los equipos Toros del Este, Leones del Escogido, Gigantes del Cibao y Estrellas Orientales fueron los que decidieron dejar fuera a la prensa, solo para que uno de ellos filtrara por Blackberry todas las incidencias a un periodista que no estaba en la liga, la carga tiene que recaer sobre ellos.

Da pena que Frank Micheli y Jean Giraldi; Eduardo Najri y Moisés Alou; Pablo Peguero y Juan Mercado; José Mallén, Eddy Toledo y Raúl González, así como el presidente de la Liga, Leonardo Matos Berrido, su vicepresidente Gaby Hernández y su relacionador público, Jorge Torres se burlaran de los cronistas deportivos que asistimos a promover gratuitamente el negocio que les brinda pingües beneficios.

 Parece que los directivos de la pelota dominicana se creen invencibles y no entienden que la imagen de este béisbol, año tras año, se va deteriorando.

Los últimos tres torneos han tenido escándalos de diferentes tipos, incluyendo forfeits, huelgas de peloteros y suspensiones de por vida de un manager. ¿Cuándo abrirán los ojos?