El diario NY Times reportó ayer, citando dos abogados que hablaron bajo la condición de anonimato, que Sammy Sosa es uno de los 104 peloteros que dieron positivo a sustancias para mejorar el rendimiento durante las pruebas del 2003.

Este es otro golpe para la imagen del béisbol, no solo de la República Dominicana sino de las Grandes Ligas.

Unas pruebas que nunca debieron darse a conocer ya han ido filtrándose con los nombres de Alex Rodríguez y ahora el de Sosa.

Con 609 jonrones en su carrera, Sosa inmediatamente pasa a ser cuestionado por cada batazo que salió del parque y es poco probable que su ingreso a Cooperstown sea tan fácil (si es que llega a darse) como el mismo Sosa dijo hace un par de semanas.

Esta es una nube negra que por lo visto no pretende desaparecer ni ahora ni nunca.

Es un duro golpe, muy duro, no cabe duda. Pero Sosa ahora está más embarrado que nunca.