Análisis: Obama supera primera prueba en materia de seguridad

Análisis: Obama supera primera prueba en materia de seguridad

Washington, (AP).- La economía estadounidense apenas muestra indicios de vida y continúan en la balanza dos guerra onerosas, pero el manejo «sin dramas» que dio el presidente Barack Obama a la crisis de rehenes en el Océano Indico resultó una gran victoria en su primera prueba crucial sobre seguridad nacional.

La discreta decisión de Obama para autorizar al Departamento de Defensa a tomar las medidas necesarias si estaba en peligro inminente la vida del capitán Richard Phillips dio a un comandante de la Marina de Guerra luz verde para ordenar a francotiradores disparar contra piratas que retenían encañonado al capitán, de un barco carguero.

Para Obama, los beneficios fueron claros al momento: una vida estadounidense salvada y una importante victoria contra un flagelo de creciente preocupación en los mares del Cuerno de Africa.

El manejo de la crisis mostró a un presidente que se sintió cómodo al confiar en el ejército estadounidense, en la misma gran medida que lo hizo su antecesor, George W. Bush.

Pero también evidenció a un nuevo comandante en jefe que estaba dispuesto a utilizar todas los instrumentos a su disposición, incluso involucrando a las autoridades judiciales federales para que atendieran la aplicación de la ley en el caso.

El rescate pareció justificar el callado pero determinado manejo del incidente por parte de Obama. Lo que no se sabrá durante algún tiempo es si el mandatario recibirá beneficios políticos.

En el momento en que Obama hiciera campaña para la reelección, podría tomar el método de Bush de convertir cualquier incidente semejante como evidencia de agudeza de liderazgo. Por otro lado, Obama no apareció el domingo ante las cámaras para pregonar el éxito; sólo emitió un comunicado en el que elogió la valentía del ejército y de Phillips, sin atribuirse mérito alguno.

Además esta crisis, aunque está ahora en los principales espacios informativos, podría desvanecerse en la memoria distante para cuando los votantes tengan la oportunidad de calificar nuevamente a Obama y su partido.

La operación del domingo con los francotiradores mientras los piratas apuntaban sus armas contra Phillips fue una estrategia osada de alto riesgo que pudo haber resultado mal. De haber sido así, el fracaso probablemente hubiera afectado con más fuerza a Obama.

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