El boletín Panorama Estadístico de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) afirma que la situación de la población rural es una muestra de la inequidad en el desarrollo y las condiciones de vida de sus habitantes respecto a los residentes urbanos.

El análisis reconoce que ha habido intentos de compensar ese desbalance, pero que las acciones han sido insuficientes, pues la pobreza y la indigencia aún tienen mayor prevalencia en las zonas rurales.

Sostiene que la permanencia de esas inequidades indica que se ha dejado de reconocer al medio rural como un agente importante para el desarrollo del país.

Cree que el diseño de estrategias efectivas de desarrollo rural debe partir de la aceptación de que el espacio rural es un ambiente que ha sufrido modificaciones importantes.

Plantea que  una marcada heterogeneidad demanda una reformulación conceptual y analítica de la realidad rural.

Indica que más de dos tercios de las provincias del país tienen menos del 2% de su territorio poblado y en la mayor parte del territorio nacional se observa una dispersión rural bastante significativa.

El documento precisa  que la dispersión es un fenómeno multicausal y complejo que obedece a factores culturales, económicos y geográficos y ha influido en el rezago de la población rural.

Señala que la zona rural se ha caracterizado por ser un área geográfica cuya tendencia registra una reducción relativa de su población.

Los datos del censo muestran que en las últimas décadas el porcentaje de la población rural cayó de 69.7% en 1960 a 36.4% en el 2002.

Esa situación, dice, puede deberse a una cobertura insuficiente de los servicios básicos, restricciones al acceso de la tierra, reducido apoyo al pequeño productor, escasa inversión social y retraso tecnológico de sectores tradicionales.

La ONE es dirigida por Pablo Tactuk desde agosto de 2004.