LEONORA RAMÍREZ S.
l.ramírez@hoy.com.do
El proceso electoral está caracterizado por el clientelismo, la corrupción, debilidad institucional, ausencia de discurso de parte de los candidatos, y desigualdad en la promoción política.
Ese es el resumen de las evaluaciones sobre la campaña electoral presentado por Francisco Checo, coordinador de Participación Ciudadana; Mario Serrano, director del Centro de Estudios Juan Montalvo; Francisco Cueto, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y Enmanuel Castillo y Eduardo Jorge Prats, sociólogo y politólogo respectivamente.
Según las declaraciones de Checo, el clientelismo político imperante es una degradación de las prácticas políticas, porque se usan los fondos del Estado del Poder Ejecutivo, el Congreso Nacional y los cabildos- para comprar el voto de la gente aprovechándose de la pobreza.
Sin embargo, destacó como aspectos positivos el desempeño de la Junta Central Electoral (JCE) en la organización del proceso.
Para Serrano, la contienda electoral en la que prima la clientela desgasta la democracia, obstaculiza el estado de derecho e impide que se hagan las inversiones que necesita el país.
Crisis del sistema. Las reflexiones de Cueto sobre los comicios presidenciales de 2008 apuntan a la existencia de cinco elementos fundamentales.
Una sociedad dominicana cree en el sistema político, porque se estima que en las elecciones participará el 75% de la población, debilidad institucional que se expresa en la acusación de los partidos sobre corrupción, sin que ésta llegue hasta los tribunales.
Asimismo, que las élites políticas usan el clientelismo para establecer contacto con los ciudadanos, y éstos participan en ese proceso con la conciencia de que es un circo de clientelismo y corrupción.
La campaña carece, según su visión, de propuestas que superen el más de lo mismo.
Debilidad discursiva. Castillo planteó que una de las debilidades del proceso comicial es la pobreza discursiva de los candidatos, que presentan denuncias pero con gran vacuidad.
En tal sentido, expresó que eso se explica en el hecho de que la lucha por el poder está influenciada por el juego de los intereses particulares, no globales.
La campaña electoral está cimentada en un sujeto emocionalmente irracional, porque la personalidad dominicana no está caracterizada por la razón.
Eso permite que los sujetos sean manipulables fácilmente a través del poder mediático.
Otras carencias. Prats explicó que estas elecciones revelan dos carencias.
Que la igualdad de los ciudadanos está en juego, porque hay una clase sometida a la exclusión, y no existe equidad en la promoción de los partidos políticos.
En tal sentido, dijo que la JCE tiene mecanismos para evitar que el gobierno apabulle a los demás partidos con la promoción de Fernández, mediante la incautación de la publicidad audiovisual.